El papa Francisco anunció ayer domingo que el próximo 19 de noviembre nombrará 17 nuevos cardenales, 13 de ellos menores de 80 años y por lo tanto elegibles para votar en un cónclave para elegir al próximo Pontífice.  Ninguno de ellos es argentino.

Después de celebrar el Ángelus del domingo en la Plaza San Pedro, el Papa dio a conocer que tres de los nuevos cardenales serán latinoamericanos. Sergio Rocha, arzobispo de Brasilia y presidente de la conferencia nacional de obispos del país; Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo de Mérida, Venezuela ; y Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalneplanta, México . Otros tres son estadounidenses, incluidos el moderado arzobispo de Chicago, Blaise Cupich,  y el arzobispo de Indianapolis,  Joseph Tobin.

Cupich es un pastor con una ideología parecida a la de Francisco, que pone el acento en la misericordia y la inclusión, un poco para consternación de los católicos conservadores. Su designación al arzobispado de Chicago fue el primer nombramiento importante de Francisco en Estados Unidos.

La designación de Tobin podría indicar el aprecio que tiene el Papa por su apoyo a las monjas en Estados Unidos. Tobin había sido el número dos de la oficina vaticana para órdenes religiosas durante dos años,  cuando en 2012 el papa Benedicto XVI lo envió de regreso a Estados Unidos para presidir la arquidiócesis de Indianápolis, con menos de 230.000 parroquianos.

Algunos en la Santa Sede consideraron que el traslado se debió a los esfuerzos de Tobin para promover el diálogo y resolver las tensiones con las monjas estadounidenses, objeto de dos investigaciones. Tras la elección de Francisco concluyeron las investigaciones en medio de elogios del Vaticano a la obra de las hermanas.

Sólo un elector italiano fue nombrado el domingo, el embajador de Francisco ante «la amada y martirizada Siria», Mario Zenari. Y  el continente asiático aparecen dos países que nunca tuvieron un cardenal:  Patrick D’Rozario, arzobispo de Dhaka, Bangladesh y  Maurice Piat, arzobispo de Port-Louis, Isla Mauritius. En Oceanía, aparece uno de sus principales colaboradores,  John Ribat, arzobispo de Port Moresby, de Papúa Nueva Guinea, que también por primera vez tendrá un cardenal.

Como es costumbre de Francisco, los nuevos cardenales proceden de algunos de los rincones más periféricos y remotos del planeta, de modo que África, Oceanía, Asia y Sudamérica obtienen mucha más representación que Europa, que ha dominado tradicionalmente el Colegio Cardenalicio.

«Sus orígenes de 11 naciones muestra la universalidad de la Iglesia que anuncia y testimonia la Buena Nueva de la Misericordia de Dios en cada rincón de la Tierra», explicó Francisco al anunciar el próximo consistorio en el que creará a los electores.

El sumo Pontífice también nombró a cuatro nuevos cardenales eméritos, que exceden los 80 años,  y por lo tanto no podrán votar en un futuro cónclave para elegir un nuevo Pontífice.: Anthony Soter Fernandez, arzobispo emérito de Kuala Lumpur (Malasia), Renato Corti, arzobispo emérito de Novara (Italia), Sebastian Koto Khoarai, O.M.I, obispo emérito de Mohale’s Hoek (Lesotho), y el reverendo Ernest Simoni, presbítero de la archidiócesis de Shkodrë-Pult (Scutari – Albania).

El nombramiento de los 17 cardenales se confirmará con una ceremonia el 19 de noviembre, en la víspera del cierre del Año Santo de la Misericordia declarado por Francisco