El sistema penitenciario contará, desde diciembre, con 2.000 nuevas plazas construidas a través del primer contrato de participación público-privada en Uruguay con una inversión de 90 millones de dólares. La unidad estará ubicada en Punta de Rieles y será «el verdadero lugar” para rehabilitar internos, afirmó el director, Charles Carrera. Subrayó que demuestra el compromiso del Gobierno en apostar por convivencia y seguridad.
Obras en Punta de Rieles

“Estamos en el 80 % de la construcción de la unidad penitenciaria de Punta de Rieles, que incorporará 2.000 plazas al sistema de rehabilitación en 2017”, informó el director general de Secretaria del Ministerio del Interior, Charles Carrera. La inversión supera los 90 millones de dólares y es el primer contrato de participación público-privada que se firmó en Uruguay.

“Entre julio y agosto estaríamos en el 100 % para comenzar un proceso de marcha blanca. Es decir, que se debe probar que todo lo que se construyó funcione, lo que irá de agosto a noviembre, y los mismos reclusos probarán su funcionamiento. Se estaría inaugurando en diciembre”, puntualizó.

En entrevista con la Secretaria de Comunicación, explicó que la obra consiste en 34 mil metros cuadrados de construcción en seis edificios de media seguridad (doce módulos), dos edificios de baja seguridad (cuatro módulos) y dos módulos de media compuestos por cien celdas individuales, además de contar con lavandería, cocina, tecnología de videovigilancia e inhibidores de celulares.

“Es una obra que viene muy bien, con objetivos muy ambiciosos, y será un verdadero centro de rehabilitación. Tendrá todas las condiciones para que la persona privada de libertad que ingrese allí comience su proceso de formación laboral y educativa, rompiendo con el afuera”, aseveró Carrera, quien enfatizó que “sabíamos el problema que teníamos y fue una decisión muy ambiciosa del Poder Ejecutivo, que demuestra el compromiso del Gobierno en optar por invertir en convivencia y seguridad para rehabilitar a las personas”.

“Hoy, el director de una cárcel tiene que solucionar diversos problemas referentes a la logística de alimentación, electricidad, saneamiento. Toda esa gestión no estará en ese centro y los internos podrán recibir visitas sábados y domingos como cualquier persona que visite a un familiar. De lunes a viernes estarán trabajando, estudiando o desarrollando tareas de rehabilitación”, detalló Carrera.

El otro objetivo de la iniciativa –prosiguió– es que terminará con el hacinamiento dentro del sistema penitenciario en Canelones y algunos módulos del Comcar y del Penal de Libertad. Actualmente, a través de la aplicación de protocolos, un grupo de trabajo está definiendo qué internos ingresarán; muchas de las personas que delinquen por primera vez iniciarán el proceso de rehabilitación allí.

(Fuente: Presidencia)