Varios medios internacionales reproducen parte de la crónica publicada por el periódico NRC de Holanda. Este medio es integrante de la red de periodismo de investigación EIC. Documentación clasificada en el conocido episodio de filtraciones Football Leaks es publicada hoy abiertamente por este medio.

Durante ocho años el futbolista desvió sus ganancias a la empresa Meltockets Investments S.A., registrada en el país centroamericano, un paraíso fiscal para diez estados de la Unión Europea.

Los papeles pretenden mostrar la opacidad con la que funcionaba la compañía panameña de Suárez, parte de un esquema similar al utilizado en numerosas estructuras offshore. De hecho, Meltockets Investments S.A. fue creada en la sede de Panamá City del despacho de abogados internacional Alemán, Cordero, Galindo & Lee. De allí se desprende que desde que llegó a Europa en 2006 hasta que fichó por el Barcelona en 2014, Luis Suárez resguardó sus ingresos por derechos de imagen en Panamá.

«Hasta donde yo sé, Luis otorgó sus derechos de imagen en 2006, es decir cuando tenía 19 años, a Meltockets, una empresa que él mismo poseía y que fue declarada a las autoridades fiscales correspondientes desde que Luis fue mi cliente. Por la explotación de esos derechos, la compañía pagaba una cuota anual a Luis», ha admitido el agente del jugador, Pere Guardiola, hermano del entrenador del Manchester City, en declaraciones a NRC. El representante aclaró que sólo trabaja con Suárez desde 2010, antes que el ex jugador de Groningen y Ajax fichara por el Liverpool, y que no era partícipe de esa estructura.

El dinero que se desplazaba hasta Panamá, donde únicamente se tributa por los beneficios obtenidos en el país, pasaba primero por Países Bajos, un estado de la Unión Europea donde el impuesto de sociedades puede descender hasta el 2%. Una compañía registrada en la pequeña ciudad holandesa de Naarden, LMP Bomore B.V., vinculada al fondo BK Group B.V., actuaba como intermediaria y se quedaba aproximadamente con un 2% de los ingresos publicitarios de Suárez. La parte restante se enviaba a orillas del Canal.

La misma compañía neerlandesa también tramitaba las ganancias por derechos de imagen de Ángel Di María.  Según los cálculos de NRC, Di María resguardó como mínimo 5,1 millones de euros en el país sudamericano entre 2013 y 2016, como jugador de Real Madrid, Manchester United y París Saint-Germain. A finales del año pasado, la Fiscalía Provincial de Madrid ya denunció al futbolista por esta artimaña fiscal.

La estructura utilizada por Suárez y Di María es similar al entramado usado por Cristiano Ronaldo y otros clientes del agente Jorge Mendes para eludir el pago de impuestos. Distintos lugares, pero parecido esquema: los contratos por derechos de imagen se gestionaban desde un país europeo de baja tributación y los ingresos acababan en un paraíso fiscal sin apenas cargas fiscales. Si en las estructuras fiscales de algunos clientes de Mendes la administración se realizaba desde Irlanda, en los esquemas de Suárez y Di María ésta se llevaba a cabo desde Holanda. Si en los casos de Cristiano Ronaldo, José Mourinho y compañía el dinero terminaba en las Islas Vírgenes Británicas, en los casos de Suárez y Di María el dinero acababa en Panamá.

El entramado fiscal de Suárez cambió por completo cuando llegó a España. Meses antes que la Justicia del país abriera casos contra dos de sus ex compañeros en el Liverpool, Javier Mascherano y Xabi Alonso, el delantero ya había normalizado su situación. Al convertirse en jugador del Barcelona, Suárez creó una nueva compañía, Crantoace XXI S.L., con sede en la misma ciudad. «Cuando Luis vino a España creamos una empresa española para explotar sus derechos de imagen de acuerdo con la legislación fiscal del país y con la recomendación de Hacienda, a quien preguntamos cómo proceder», ha explicado también Pere Guardiola sobre el cambio de estrategia fiscal de su cliente.

El 11 de julio de 2014 el futbolista fichó por el club azulgrana y el 16 del mismo mes otorgó sus derechos de imagen a Crantoace, entonces ubicada en la Avenida Diagonal de Barcelona y ahora, según el Registro Mercantil, con sede en Castelldefels, localidad donde reside el jugador. Desde entonces, Luis Suárez cambió todos sus acuerdos y borró el rastro de su relación fiscalmente opaca tanto con la panameña Meltockets como con la holandesa LMP Bomore.

Adidas sancionó a Suarez con 80.000 euros por el mordisco a Chielini

Según muestran los documentos en posesión del periódico holandés NRC, el entonces todavía delantero del Liverpool había firmado en julio de 2010 un contrato con Adidas que duraba hasta 30 días después del final del Mundial de 2014. Los pagos, teniendo en cuenta que Suárez jugara en un club con categoría A -como lo era el equipo inglés entonces-, eran los siguientes: 350.000 euros la primera temporada; 375.000 euros la segunda; y 400.000 las dos últimas.

«El incidente anteriormente mencionado y su historial de medidas disciplinarias […] han dañado la imagen de Luis y tienen un efecto negativo en nuestras campañas de marketing y en la reputación de Adidas como patrocinador», continuaba la carta. «Adidas ha sido forzado a cesar cualquier uso de Luis (en la medida de lo posible) desde la fecha del incidente».

Después del Mundial, la cifra de 2014 se vio reducida. «Adidas no tiene más opción que aplicarle una reducción del 20% [en su retribución]», explicaba la empresa en su carta. En total, eran 80.000 euros menos en la cuenta del uruguayo.

Aunque la rebaja no le debió alterar mucho. En mayo de 2014, un mes antes de que comenzara el Mundial, el jugador ya había firmado la renovación hasta 2018 de su contrato con Adidas, efectiva a partir del 1 de agosto. Los 400.000 euros de la temporada anterior ya se habían multiplicado por tres, hasta los 1.200.000 euros curso, cuando el futbolista comenzó a jugar en el Barcelona.