Por Gonzalo Hernández Waller (@gonzalohzw)

Tras varias frustraciones, luego de grandes trailers que precedieron películas decepcionantes (cosa que pasa muy seguido) llegó ella para hacer justicia y elevar al sello DC, el que dio vida a superhéroes icónicos, al lugar en el que merece estar. La Mujer Maravilla llegó en el momento justo para darle un respiro a la casa de Superman y Batman, entre otros, y brindarle esperanza y luz a un universo que se encontraba sumido en una densa oscuridad.

Lo primero que hay que decir es que Gal Gadot es Wonder Woman. Ya lo habíamos vislumbrado en Batman V Superman, con pocos minutos de Gadot en pantalla, y ahora lo confirmamos: la actriz israelí fue hecha a medida para dar vida a la superheroína amazona. Desde su físico, pasando por su presencia y carisma, y coronándolo con una sonrisa maravillosa que todo lo puede, Gadot nos dice que no hay una actriz que se adecue más al papel que ella. La inocencia y desconocimiento del mundo del personaje al comienzo da paso, impulsado por su voluntad de combatir el mal, a una seguridad implacable que se apodera de la pantalla y nos maravilla en todo momento.

Es la primera película de superhéroes en ser protagonizada y dirigida por mujeres, dato para nada menor en una industria que se conoce por ser muy conservadora. El gran desempeño de Paty Jenkis en la dirección, así como el de Gadot, seguramente servirá como estímulo para que los grandes estudios apuesten por mujeres a la hora de desarrollar proyectos, ya que, como lo demuestra Wonder Woman, el talento está en todos lados, solo hace falta más oportunidades para explotarlo.

La película se centra en contar la historia del nacimiento de Wonder Woman como tal: desde sus orígenes como amazona, aislada del mundo, hasta enterarse de que hay mucho más que ella desconoce. Con la Primera Guerra Mundial como contexto histórico, Wonder Woman encuentra la razón para abandonar su tierra y salir a luchar contra el mal. Esta primera parte de la película es de descubrimientos. Diana, nombre de nacimiento de Wonder Woman, ve enfrentada su ingenuidad con los males del mundo. Diana se encuentra con un mundo dominado por el hombre en el que la mujer es relegada e ignorada. Y Diana se encarga de evidenciar y denunciar esa situación. Surge como una fuerza para luchar en la guerra pero también como una presencia dentro de las mujeres dispuesta a sacarlas dela opresión y alterar el orden establecido.

La película mezcla a la perfección el drama y el humor, utilizado este muchas veces para la crítica social. En determinado momento, cuando alguien le explica a Diana que una secretaria se encarga de acompañar al hombre y básicamente hace todo lo que este le pide, Diana contesta que eso “se parece bastante a la esclavitud”.

Con el claro objetivo de matar a Ares, dios de la guerra y causante, según Diana, de todos los males que están azotando al mundo, la protagonista se lanza en su búsqueda metiéndose de lleno en el combate. Y es aquí donde tiene lugar el gran momento de la película, y unos de los grandes momentos de todas las películas de superhéroes, sin temor a exagerar: la primera aparición de Wonder Woman como tal. En una secuencia magistralmente ejecutada, Diana decide enfrentar al bando enemigo en combate. Con una mezcla de cámaras lentas, primeros planos y música épica, vemos a Wonder Woman caminar y enfrentar ella sola a un batallón entero que le dispara. En ese momento se manifiesta una sensación casi infantil de júbilo y festejamos porque estamos siendo testigos del nacimiento de la heroína que tanto esperamos y está siendo perfecto. Si, es para tanto. Es verdad que ya la habíamos visto en batman V Superman, pero ahora estamos siendo testigos de cómo empezó todo y es tan bueno (o incluso mejor) de lo que esperamos que sea.

Mientras Wonder Woman es “terrenal”, es decir, mientras no tiene que enfrentar a un villano que le exija grandes esfuerzos, la película es un 10. Pero Wonder Woman es demasiado poderosa y debe haber un mal que la ponga a prueba de verdad. Y es entonces cuando la película hace un poco de ruido, aunque no llega a tapar la hermosa melodía que hemos venido escuchando. Sobre el final tenemos una dosis de lo que se le ha cuestionado a sus antecesoras: demasiado uso de CGI. Sobre este tema es difícil hablar. Por un lado, tenemos a Marvel que, salvo alguna de Capitán América, todas sus películas son filmadas en tela verde y con grandes efectos digitales. Pero funcionan. DC, en cambio, no ha sabido hacer un buen uso de esta tecnología. La prueba más clara es que el Batman de Cristopher Nolan sigue siendo lo mejor del universo cinematográfico de DC, y Batman, justamente, es terrenal y no hay villanos extraterrestres ni superpoderes que requieran grandes efectos especiales. Cuando Wonder Woman se ve frente a un mal a su altura, se desata una tormenta de efectos especiales casi que inevitables teniendo en cuenta lo poderosos que son quienes se enfrentan y, aunque están mucho mejor aplicados que en las películas antecesoras, desentona un poco con el camino que venía recorriendo el film, sin llegar a opacarlo.

Wonder Woman llega como un salvavidas del universo cinematográfico DC. Quizás esto pueda ser inesperado para muchos, ya que el potencial de éxito de Batman y Superman se suelen (¿mal?) juzgar como mayores. Wonder Woman llega pisando fuerte y marcando territorio. Le da a la mujer un lugar que viene exigiendo hace mucho tiempo en el cine y lo hace de manera espléndida. Ahora solo queda esperar y ver si las películas de DC que se vienen pueden seguir el ejemplo de Diana, soltar sus miedos, abandonar sus lugares comunes y salir para conocer el mundo y ganarse el corazón de los fanáticos.

FICHA TÉCNICA

GÉNERO: Acción, Aventura, Bélica

DIRECTORA: Patty Jenkins

REPARTO: Chris Pine, Gal Gadot, Robin Wright

GUIÓN: Allan Heinberg, Jason Fuchs, Zack Snyder

PAIS: EE UU

DURACIÓN: 141 min.

DISTRIBUIDORA: Warner Bros.

Escuchá la columna de Gonzalo Hernández Waller sobre «Wonder Woman»:

 

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