Una Gala Imperdible con el emblemático pianista argentino Bruno Gelber y la Orquesta Filarmónica de Montevideo en el Teatro Solís el 27 de Junio.

Directora: Ligia Amadio

Solista: Bruno Gelber (Argentina), piano

Programa:

Eduardo Fabini – La isla de los ceibos

Fréderic Chopin – Concierto Nº1

Richard Strauss – Muerte y Transfiguración, op 24

Bruno Gelber

Pianista argentino de importante trayectoria internacional es una de las grandes figuras pianísticas del mundo entero de los últimos cuarenta años. Nacido en Buenos Aires, la música fue su primer idioma transmitido por sus padres. Su madre pianista, fue su primera profesora, y principal crítica y consejera a lo largo de su vida, junto a su padre violinista de la Orquesta del Teatro Colón. Comenzó a estudiar piano a los tres años y medio. Realizó su primer concierto en público a los cinco años, y desde los seis continuó su aprendizaje con el maestro Vicente Scaramuzza. Un severo ataque de poliomielitis, que lo afectó a la edad de 7 años lo mantuvo inmóvil por un año. Para que siguiera estudiando desmontaron la lira del piano y practicaba recostado desde su cama. El piano fue lo único que le deparó felicidad. Reanudó sus conciertos a los 8 años y a los 10 actuó por primera vez con orquesta bajo la dirección del maestro Scaramuzza interpretando el Concierto Nº 3 de Beethoven.

Debutó en el Teatro Colón a los 14 años, siendo un fiel habitué desde entonces hasta nuestros días. En marzo reciente acaba de presentarse en el Colón con la Filarmónica de Buenos Aires y el Cuarto Concierto de Beethoven.

Desde el principio de su carrera actúa en los principales teatros de su país y Chile. Realizó alrededor de 150 conciertos en Sudamérica antes de ser becado a los 19 años por el gobierno francés para estudiar en París con Marguerite Long, quien lo recibió como su último pero el mejor de sus alumnos. Un año después de su llegada a Europa, al ganar el concurso Marguerite Long-Jaques Thibaud y realizar conciertos en Stuttgart y Munich (con una crítica que Joachim Kaiser titula «Casi un milagro») comenzó su carrera internacional; una carrera que lo ha llevado a realizar más de 4.700 conciertos en más de 45 países del mundo.

Ha sido dirigido por grandes maestros como Sergiu Celebidache, Ernest Ansemet, Rudolf Kempe, Deorge Szell, José Krips, Kiril Kondrashin, Erich Leindorf, Mstilav Rostropovich, Colin Davis, Ricardo Chailly, Esa-Pekka Salomen, Frübeck de Burgos, Bernard Haiting, Alceo Cilera, David Zimermann, Eugen Jochum, Yehudi Menuhin, Lorin Mazel, Paul Paray, Jean Martinón, Juri Termikanov, Vladimir Spivakov y tantos otros; siempre actuando junto a notables orquestas como la Filarmónica de Berlín, Filarmónica de Viena, Tonhalle de Zurich, Orquesta de la Suisse Romande, Orquesta de la Scala de Milán, NHK de Tokio, Orquesta Nacional de Francia, Royal Philarmonic, London Philarmonic, New York Philarmonic, Chicago Symphony, Philadelphia Orchestra, Cleveland Symphony, entre otras.

Es el invitado habitual de los más grandes festivales como Salzburgo, Lucerna, Berlín, Granada, Viena, La Roque de Antheron, Aix en Provence, etc. Sus discos han sido galardonados con los premios del Discophiles francés, el Gran Premio del Disco de l’Academie Charles Cross y el premio de la Academia de París. Y también ha recibido las más altas distinciones en las críticas de las revistas Diapasón, Gramophon y Le Monde de la Musique. La prensa especializada lo destaca como uno de los mejores pianistas de su generación y como uno de los cien mejores del siglo. Ha sido últimamente condecorado en Mónaco, donde reside, con la más alta orden, la de Comendador de la Orden al Mérito Cultural, conjuntamente a Cecilia Bartoli, Mstilav Rostropovich y Plácido Domingo, entre otros.

Recientemente le fue otorgado el Premio Clarín. En el año 2006 fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y en el 2007 se le confiere la Condecoración del Gobierno de Francia «Oficial de Artes y Libros». En el año 2013 la Tribuna de Críticos de France Musique, luego de realizar una selección de las grabaciones del Concierto para piano nº 2 de Brahms, acordaron que es la mejor interpretación realizada hasta el momento.