La recuperación de Mosul, en Iraq, es un paso significativo en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, dijo este lunes el Secretario General de la ONU ante el anuncio del primer ministro iraquí de la liberación de esa ciudad capturada por el ISIS.  António Guterres rindió homenaje al pueblo y al gobierno de Iraq por su coraje, determinación y perseverancia. La batalla duró unos nueve meses, dejó varias zonas en ruinas y produjo el desplazamiento de más de 920.000 personas.

Guterres afirmó que la ONU apoyará al gobierno de Iraq para crear las condiciones necesarias para el regreso voluntario, seguro y digno de las comunidades desplazadas, restaurar el estado de derecho en las zonas liberadas, prevenir el retorno a la violencia y fomentar la rendición de cuentas por todas las violaciones cometidas.

Mosul, la segunda ciudad más grande en Iraq después de Baghdad, fue capturada por el ISIS en junio de 2014 y más de 2 millones de personas fueron sometidas por el grupo extremista.

Al respecto, Lise Grande, la coordinadora humanitaria de la ONU para Iraq, aseguró que aunque los combates hayan terminado aún se mantiene la crisis humanitaria. En un comunicado, recalcó que hay 700.000 personas que aún están desplazadas y que la mitad vive en campamentos de emergencia.

Las agencias humanitarias de la ONU están solicitando la ayuda de la comunidad internacional para asistir a estas personas y alcanzar la meta de financiación de 985 millones de dólares, que hasta el momento solo alcanza el 43%.

La operación de las fuerzas iraquíes para recuperar la ciudad comenzó en octubre de 2016 y contó con más de 100.000 tropas.

Mosul, «liberada» este domingo del yugo de los yihadistas del ISIS, fue en otros tiempos muy conocida por sus muselinas y sus tesoros arqueológicos.

Último gran bastión urbano del ISIS en Irak, la segunda ciudad del país quedó en parte destruida tras nueve meses de combates entre los yihadistas y las fuerzas iraquíes.

Atravesada por el río Tigris y situada a 350 km al norte de Bagdad, Mosul es la capital de la provincia de Nínive (norte), rica en petróleo.

Ciudad mayoritariamente sunita en una región con predominancia kurda, tradicionalmente contaba con numerosas minorías (kurdos, turcomanos, chiitas, cristianos…).

Mosul, un histórico cruce comercial entre Turquía, Siria y el resto de Irak, era muy conocida por sus finos tejidos de algodón, las muselinas, sus sitios y monumentos antiguos y también por sus parques, antes de convertirse en un terreno de violencia diaria tras la invasión estadounidense de Irak en marzo de 2003.

La invasión desembocó en la caída del régimen del dictador Sadam Husein. Último feudo del partido Baas, de Husein, la ciudad se convirtió después en una plaza fuerte de la red yihadista Al Qaeda.

El 10 de junio de 2014, en el segundo día de su fulgurante ofensiva en Irak, los yihadistas del ISIS se apoderaron de Mosul, que cuenta con dos millones de habitantes, aprovechándose de una desbandada del ejército iraquí.

El 29 de junio, el ISIS, dirigido por Abu Bakr Al Baghdadi proclama un «califato» en los territorios conquistados en Irak y en la vecina Siria. El 5 de julio, Baghdadi aparece por primera vez en un video, durante una oración en la gran mezquita de Mosul.

Los yihadistas harán de esta ciudad un laboratorio de su administración: deciden allí los programas escolares, los horarios de apertura de las tiendas, los atuendos. Se prohíbe la venta y el consumo de alcohol y tabaco.

A partir de julio de 2014, el ISIS ataca los mausoleos chiitas y santuarios, que suelen estar muy ricamente decorados. El grupo dinamitó la mezquita que albergaba la tumba del profeta Jonás(Nabi Yunés). El 19 de junio de 2017, destruye la emblemática mezquita Al Nuri, donde apareció Baghdadi, y su minarete inclinado del siglo XII.

Decenas de miles de habitantes han huido, principalmente la mayoría de los casi 35.000 cristianos, confrontados a un ultimátum del ISIS: o se convierten al islam o bien pagan una tasa especial o abandonan la ciudad, so pena de ser ejecutados.

Muchas partes de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, quedaron totalmente destruidas a causa de los enfrentamientos entre el Ejército y la milicia terrorista del ISIS.

Entre otros, cinco puentes sobre el río Tigris fueron bombardeados y quedaron inutilizables.

La estabilización y reconstrucción de Mosul será un gran desafío, señaló el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP, por sus siglas en inglés). Algunas áreas son todavíainaccesibles y hay explosivos escondidos.

No se sabe cuándo volverá a estar habitable el centro de la ciudad, en la zona occidental, que ha sufrido una enorme destrucción. Primero será necesario investigar los daños a la infraestructura desuministro de agua.

Durante los combates en la ciudad unas 900.000 personas quedaron desplazadas, de las que unas 200.000 pudieron volver a sus casas, según datos del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).

«Hemos hecho avances», dijo la representante del UNDP enIrak, Lise Grande. «Pero todavía falta mucho por hacer».

El objetivo del UNDP es recuperar cuanto antes las infraestructuras más importantes, en primer lugar la electricidad, el suministro de agua y los hospitales. También se espera la pronta reapertura de las escuelas destruidas.

Naciones Unidas también ofrece pagar a los residentes para limpiar las calles, lo que permite a su vez ganar dinero a aquellas personas sin empleo.

Desde mediados de 2015, donantes internacionales han proporcionado al programa de reconstrucción de la UNDP cerca de 405 millones de dólares (360 millones de euros). Esos fondos también se utilizan para la reconstrucción de otras partes destruidas de Irak.

La ONU estima que necesitará unos 400 millones de dólares sólo para la reconstrucción del oeste de Mosul, la parte más afectada. Estados Unidos y Alemania son los principales donantes.

Además, si bien ayer el gobierno iraquí declaró y festejó la toma de Mosul, este lunes el ejército iraquí aún lucha en el centro de la ciudad para eliminar los últimos bolsones de resistencia del ISIS.