El subdirector del Hospital Pediátrico Pereira Rossell, Gabriel Peluffo, aseguró que las acciones desplegadas cada invierno, que incluyen la oxigenoterapia de alto flujo realizada a niños con insuficiencia respiratoria, sumada a la ampliación de camas de CTI y el rediseño del área de emergencia, con una evaluación (triage) que ordena la atención por gravedad y no por llegada, incidieron en la baja de la mortalidad infantil.

“Este hospital principal maternidad del paíshistóricamente contribuyó con el descenso de la mortalidad infantil”, dijo el subdirector del Hospital Pediátrico Pereira Rossell, Gabriel Peluffo. Explicó que el centro se caracteriza por su actualización en cuanto a técnicas médicas.

Citó como ejemplo la práctica desarrollada cada año en el marco del Plan Invierno, cuando se refuerza personal y materiales ante la demanda de afecciones respiratorias. En ese sentido, destacó la habilitación de nuevas camas y la contemplación respecto a niños que ingresan a emergencia debido a insuficiencia respiratoria, quienes requieren de oxígeno durante un período variable. “Suelen ser los niños más chiquitos los más vulnerables a padecer complicaciones”, agregó.

En entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional, Peluffo se refirió a una de las terapias respiratorias, la oxigenoterapia, instalada en el hospital hace 10 años, que dejó de ser una técnica exclusiva de CTI y se practica en cuidados moderados.”En los últimos años pasamos de apenas unas decenas de niños conectados con la técnica de oxigenoterapia a cientos de niños que la recibieron”, relató el pediatra. Además valoró que esta experiencia evita la ocupación de camas de CTI y la superpoblación de niños en malas condiciones asistenciales en los pisos de pediatría.

“Hace que los niños pasen mucho mejor. Es una técnica innovadora que de alguna forma los técnicos del centro impusieron y que le genera un gran beneficio a la población infantil”, agregó.

Otra de las acciones desplegadas por este plan es la ampliación de la cantidad de camas de CTI, que pasó de 13 a 18, lo que era una necesidad. Asimismo, se dispuso el reordenamiento del Departamento de Emergencia Pediátrica con un sistema de triage que mejoró la calidad de asistencia y la posibilidad de captar niños que estuvieran cursando infecciones respiratorias agudas. El triage es una forma de clasificar las consultas mediante un orden de gravedad y no de llegada. Esto requirió cambios de infraestructura y un ordenamiento racional de las consultas, además de la reasignación de recursos materiales y  humanos.

Peluffo entiende que estas acciones desplegadas en el centro de salud son un aporte especial que se suma a otros, con el objetivo de promover la baja de la mortalidad infantil en Uruguay. En este contexto, recordó la existencia del Programa Aduana de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), mediante el cual el sistema sale a buscar a sus domicilios a todos sus niños recién nacidos para verificar que se les realicen los controles pertinentes y que los niños crezcan y se desarrollen de forma adecuada. “El control de la primera infancia es un capital que Uruguay ha cultivado y no debe perder. Es fundamental para una sociedad que sus niños se alimenten y crezcan bien, que vivan en buenas condiciones y reciban las vacunas que tienen derecho a recibir”, agregó el subdirector del hospital.