Gerardo Martino renunció al cargo de entrenador de la selección argentina tras no tener la garantía suficiente para dirigir a la sub 23 albiceleste en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016.

Por: Rafael Castillo

El sismo de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) no tiene fin. Primero la renuncia de Luis Segura por supuestas investigaciones que se iniciaron en torno al FIFA Gate y la amenaza que el representativo mayor de la vecina orilla no participara en la Copa América Centenario cuando los dirigidos por Martino ya estaban instalados en Estados Unidos. Más atrás en el tiempo el clima electoral y el voto doble que hizo de las elecciones un fraude entre Segura y Marcelo Tinelli.

Culminado el torneo continental, la derrota en la final a manos de Chile, por segunda vez consecutiva, la renuncia de Lionel Messi y su eterno vacío sin fin, junto a las desiciones de sus amigos más cercanos, Javier Mascherano, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, comenzaron a hacer temblar el futuro argentino en las Eliminatorias rumbo Rusia 2018, donde nada menos que el partido subsiguiente es con Uruguay, clásico rival, el 1° de setiembre en Mendoza.

Gerardo Martino, dejó atrás esos amargos sabores que le dejaron caer en dos finales de Copa América y se enfocó en el armado del equipo para representar al país en los Juegos Olímpicos Río 2016 (torneo a nivel sub 23), por ser campeón sudamericano sub 20 en el último torneo que se jugó en Uruguay, donde venció en la última fecha del hexagonal final a la selección nacional 2-1.

Sin embargo, pese a que el técnico dio a conocer la lista de los 15 futbolistas de esa edad que participarían (los otros tres futbolistas pretendiendo que sean mayores para reforzar el equipo como habilita el reglamento) con nombres que entusiasmaban a la afición pero no a los clubes, mientras estaba en Estados Unidos, fueron las propias instituciones las que se negaron a ceder a esos exponentes.

El «Tata» solo contaba con nueve jugadores confirmados a un mes de la competencia e incluso los entrenamientos se postergaron una semana más. Con este clima, armó las valijas y se fue por la puerta luego de conversar con los dirigentes. El comunicado de la AFA dictaminó: «Debido a la indefinición en la designación de nuevas autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino y de los graves inconvenientes para conseguir conformar el plantel que represente al país en los próximos Juegos Olímpicos, el cuerpo técnico de la Selección ha decidido presentar su renuncia en el día de la fecha».

La novela puede continuar, esta vez no hay amenaza. Argentina podría no presentarse a los Juegos Olímpicos y su lugar puede ser ocupado por Uruguay o Estados Unidos, en virtud de lo que considere apropiado el Comité Olímpico Internacional (COI). Las horas en la AFA son fierros calientes que no cesan la temperatura de un caos político, futbolístico y emocional. «A la deriva» como decía Horacio Quiroga, este tema tiene varios episodios más para seguir contando.

A última hora se afirma que Olarticochea (ex campeón del Mundo 1986) será el técnico para los Juegos Olímpicos. Era el único que tenía contrato vigente con la AFA. Se negocia para que los clubes argentinos permitan a sus jugadores integrar el plantel. Mientras tanto la AUF no ha hecho gestión alguna por el cupo que podría quedar libre, mientra que el Dr, Maglione habló como Presidente del Comité Olímpico Uruguay con su par Argentino ante la posibilidad de la vacante.