Con apenas 10 años y muchas ganas de hacer cosas, el uruguayo Emilio Arenas contaba con un llaverito desarmable que su mamá le había obsequiado, y como segunda pieza un lápiz de Arroz Corona que obsequiaba esa firma por el año 1956, y con el cual estaba haciendo un dictado en su clase de quinto grado; grande fue la sorpresa de su maestra cuando le interrumpió la clase para pedirle otro lápiz, pues allí nació en él, el afán de coleccionar, y grande también la paciencia y el apoyo cuando ella dijo: toma dos del Consejo Nacional de Enseñanza Primaria Normal, uno para que continúes con tu dictado y otro para tu nueva colección.
Hoy ya han transcurrido más de 55 años, atrás han quedado muchas búsquedas de piezas, obsequios, compras, intercambios, pero a la vista de toda persona que lo desee visitar está el tan ansiado logro que no para de crecer acompañado por su familia y cada día con más entusiasmo.
A través de 4 salas con guías que describen cada colección al visitante, se puede apreciar el logro de tantos años de paciencia y dedicación que son:
- 36000 llaveros diferentes de casi todo el mundo,
- 16260 lápices de escribir de grafito negro, esta colección es actualmente la más grande del Mundo declarada por Guinness World Records,
- 4800 ceniceros,
- 3600 frascos de perfume
- 10000 cajas de fósforos
- Pequeñas colecciones de latas de refrescos y cerveza, pins, tarjetas telefónicas, botellitas en miniatura y cantidad de antigüedades como planchas, morteros, cajas registradoras, vitrolas, andenolas y un sin fin de recuerdos de otras generaciones .
Estas colecciones han sido distinguidas en 5 oportunidades por el Libro Guinness de los Records.