Podemos perder el control si estamos bajo la hipnosis? O más grave aún, ¿podemos perder alguno de nuestros procesos mentales? Varios estudios científicos demostraron que algo así puede suceder, aunque –por suerte- solo de forma temporal.
La hipnosis sigue siendo uno de esos fenómenos que llaman la atención de muchos y en el que muy pocos creen. «Eso pasa solo en las películas», suele decirse. Pero la realidad es que sí puede suceder y es lo que demostró un grupo de científicos liderados por Michael H. Connors, de la Universidad Macquarie de Nueva Gales del Sur en Australia.
Los investigadores seleccionaron a 22 personas que consideraron como ‘altos hipnotizables’ y 20 ‘bajos hipnotizables’ de entre un total de 439 participantes. A partir de varios estudios determinaron que una de las capacidades que puede alterarse es la percepción visual, concretamente la habilidad que permite que nos reconozcamos a nosotros mismos cuando nos vemos reflejados en un espejo.
El trabajo, publicado recientemente en la revista «Frontiers in Human Neuroscience», consistió en generarles una inducción hipnótica a todos los participantes y sugestionarlos para que experimentaran una de dos posibles alteraciones en su percepción: la incapacidad para reconocerse a sí mismos frente al espejo o en foto o vídeo, o la incapacidad para reconocer las caras en general, incluida la de los experimentadores y la de varios personajes famosos como Brad Pitt o Julia Roberts. Esta era su teoría y finalmente la pudieron comprobar.
Los resultados mostraron que ambas condiciones sugestivas provocaron incapacidad para reconocer su propio rostro en aquellos participantes que puntuaron más alto en diversas medidas de hipnotizabilidad. Del total de la muestra, un 82% de los investigados respondieron que el rostro que veían en el espejo no era el suyo. Sin embargo, solo unos pocos mostraron alteraciones en la capacidad para reconocer las caras de forma general.
En cualquier caso, los investigadores demostraron que la hipnosis puede provocar alteraciones en la percepción visual, reproduciendo de forma reversible una alteración (la de no reconocerse en el espejo, frecuente en enfermedades como el Alzhéimer o la esquizofrenia) e, incluso, tras sufrir un accidente cerebro vascular. Un avance en la ciencia que servirá para investigar y ayudar a aquellas personas que tengan este tipo de patologías.
Fuente: Muy Interesante.