Las peleas de gatos son un comportamiento natural y, además, frecuente. «Una de cada cuatro personas que vive con más de un felino asegura que sus mascotas se pelean de forma más o menos ocasional», afirma la veterinaria Emily Levine, quien ha estudiado en profundidad este tipo de agresiones.

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Pero, ¿por qué se enfrentan dos gatos que comparten casa y cómo lograr que se lleven bien? La llegada de un nuevo felino a la vivienda genera buena parte de estas riñas durante el periodo de adaptación de ambos. «Casi la mitad de los gatos que comienzan a vivir con otros felinos se pelean, gruñen e incluso arañan durante su presentación«, explica esta investigadora.

El motivo más frecuente es la competición por los recursos, aunque esta no siempre sea evidente. Los felinos pueden competir en silencio por el espacio en casa, por la atención de sus dueños (gatos celosos), la comida, el agua, los areneros e, incluso, por las zonas más soleadas del salón.

Pero, ¿qué hacer para que los dos felinos se lleven bien y dejen de pelearse?

1. Mejor, esterilizados

Los gatos reaccionan con rapidez cuando su sensación de seguridad está en riesgo. «Algunos se comportarán de un modo agresivo y comenzarán una pelea, otros más pacíficos se retirarán del conflicto, y otros incluso pueden llegar a enfermar por culpa del estrés», concluye un estudio sobre comportamiento felino realizado por la Universidad de Ohio (EE.UU.).

La esterilización del gato reduce su estrés y, con él, las disputas entre felinos, que son más frecuentes entre machos. «Los conflictos se reducen de forma notable cuando sendos felinos están esterilizados», añaden estos expertos.

¿Otro consejo? Cortarles las uñas cada semana: se harán menos daño y, por tanto, habrá menos motivos para comenzar una lucha.

2. Espacios separados

El segundo truco para que los gatos se lleven bien y no se peleen es ofrecerles recursos y espacios separados.

Esta medida será más efectiva si sus comederos y cuencos de agua se colocan en lugares físicamente distanciados. «Les evitará tener que enfrentarse, sin que ninguno de ellos quede privado de recursos esenciales, como son el alimento el agua», dicen estos etólogos.

3. Peleas entre gatos: frenarlas pronto

«Las peleas entre felinos deben ser frenadas cuanto antes, para impedir que conviertan en un hábito cada vez más complicado de erradicar«, concluye un estudio sobre agresiones entre gatos realizado por la Universidad de Cornell (EE.UU.). Cuanto más a menudo luchen, peores se volverán las disputas y, también, sus posibles consecuencias.

4. Separar a los felinos

Los castigos físicos, incluso un pequeño impacto en la nariz, además de crueles, no harán más que incrementar la agresividad de un felino peleón.

El truco más efectivo para separar a dos gatos que se pelean es emitir un sonido fuerte (una palmada o silbido) que capte su atención. También funciona arrojar un chorro de agua sobre los peleones o lanzarles algo suave, con el fin de despistarlos.

Los felinos deben permanecer separados tras la disputa. La distancia hay que mantenerla mientras se resuelve el problema o, al menos, cuando se vislumbre el riesgo de una nueva pelea felina.

5. ¿Cómo lograr que dos gatos sean amigos? Cuidar la presentación

El primer contacto entre dos gatos que aún no se conocen es clave para evitar peleas entre ellos. «La presentación debe ser gradual, en especial si se muestran reacios«, asegura la veterinaria Patricia González.

Utilizar un transportín y ofrecer objetos que huelan a quien debe ser su futuro nuevo amigo (juguetes, mantas, etc.) son trucos que favorecen el éxito de este primer contacto, además de un primer paso para una amistad fuerte y duradera entre los felinos de casa.

6. Mis gatos se pelean, ¿están celosos por mi culpa?

Los celos no son exclusivos de las personas. Perros y gatos también suelen sentir envidia de otro animal al que vean como competidor por los cariños de su humano.

Duplicar los mimos y atenciones, así como ofrecer premios comestibles cuando dos felinos están cerca (a ambos, por descontado) son medios de reducir las peleas entre ellos y lograr que se lleven bien. Con paciencia, acabarán por comprender que no son rivales sino amigos, que comparten el amor de su querido humano.