Nelly Jacobs, una mujer de 87 años con la enfermedad de Parkinson, tenía un último deseo a pesar de estar confinada a su silla de ruedas: subirse a un caballo por última vez.

En su juventud, era una jinete que competía profesionalmente. Desde que la enfermedad empezó a deteriorar su cuerpo, a los 51 años, nunca más pudo subirse a un caballo. «Hidden Desires», una ONG, le cumplió su mayor deseo: volver a andar arriba del animal. Su sonrisa cuando logra su objetivo lo dice todo.