Una Cuba en duelo se preparaba hoy para una semana de ceremonias y una procesión por toda la isla para despedir a Fidel Castro, el principal hacedor de la revolución cubana.
Los funerales de Castro, uno de los símbolos del siglo XX, se extenderán hasta el domingo próximo cuando sus cenizas sean inhumadas en Santiago de Cuba, cuna del alzamiento que lo llevó al poder en 1959.
El traslado de las cenizas desde La Habana a Santiago, distante a unos 900 kilómetros, llevará cuatro días y apunta a convertirse en una movilización masiva de millones de cubanos, que no sólo muestre respeto por el líder sino también fortaleza en un régimen que sumó una cuota más de incertidumbre sobre el futuro.
Sin actividades oficiales, la jornada de hoy se anuncia calma en toda la isla. Sucede que la primera ceremonia fúnebre será recién mañana en la emblemática Plaza de la Revolución en La Habana, cuyo acceso comenzó a ser controlado desde ayer por la Policía.
Pequeños grupos se juntaron ayer en varias calles de La Habana, especialmente en los alrededores de las universidades.
Cientos de estudiantes realizaron la noche del sábado una vigilia ante la facultad en la que Fidel hizo sus primeras armas en la política en la década de 1940.
El duelo nacional obligatorio llevó a anular toda reunión o espectáculo. Los partidos de béisbol, una pasión nacional, fueron suspendidos y se prohibió la venta de alcohol. Los restaurantes trabajan en un horario más corto que el habitual.
Los medios nacionales, todos controlados por el gobierno, pasaron el día mostrando reportajes, documentales y debates en honor al «compañero Fidel»
Muchos de los 11 millones de habitantes de la isla, no disimulaban su pesar ante la desaparición del líder que durante casi medio siglo controló el país y enfrentó a Estados Unidos.
Pese a que gobernó con mano de hierro, sofocó toda forma de oposición o la mandó a la cárcel o al exilio, Fidel Castro seguía siendo respetado aún 10 años después de haber entregado el poder a su hermano Raúl.
«Hubiera querido que viviese 30 años más pero nadie puede ganarle al destino», dijo a la agencia AFP Guillermo Suárez, albañil de La Habana de 52 años.
La muerte de Fidel fue anunciada por el presidente Raúl Castro pero sin dar a conocer las causas. Hermano menor de Fidel, dijo que sus restos serían cremados el sábado. Ninguna fuente oficial confirmó que se haya efectuado la incineración.
El «Comandante en Jefe» entregó el poder a Raúl en 2006 tras una hemorragia intestinal. Entre febrero de 2014 y abril de 2015 desapareció totalmente de la escena lo cual alimentaba rumores sobre su estado de salud.
No obstante, desde hace un año y medio y pese a que sus movimientos estaban muy limitados, había vuelto a recibir a personalidades y dignatarios extranjeros.
A la sombra de su hermano, Raúl Castro puso en marcha un lento proceso de reformas para evitar la quiebra de Cuba. Entre las medidas tomadas incluyó autorizar a emprendimientos privados e inversión extranjera.
«El socialismo sobrevivió a la larga enfermedad de Fidel Castro y seguramente continuará después de su muerte», estimó Jorge Duany, director de un instituto de investigación sobre Cuba de la Universidad Internacional de Florida.
No obstante, estimó que la muerte de Fidel Castro «probablemente acelerará las reformas económicas».
En su vida y en su muerte, Fidel Castro generó enconadas divisiones. Su deceso generó reacciones tan fuertes como polarizadas.