Los Castro no eran sólo los conocidos líderes de la Revolución Cubana, Fidel y Raúl. Eran -porque ya no están todos- una familia de siete hermanos, unos más afines que otros al comunismo como sistema de gobierno de la isla. La más contraria al gobierno de Fidel, que murió el viernes pasado, ha sido Juanita Castro, que lleva más de cincuenta años en el exilio pero que en un primer momento colaboró con la causa de sus hermanos recaudando fondos. Fidel recordaba de ella su “carácter fuerte” en su libro Guerrillero del Tiempo.

Sin embargo, a pesar de las diferencias que ha mantenido con su hermano Fidel desde que se declaró comunista, Juanita lamenta, en una entrevista con The New York Times , las celebraciones que se han producido en las calles de Miami. “Lógicamente duele esa reacción”, afirmó Castro, de 83 años, en su casa de Florida. “No es necesario hacer lo que los cubanos han hecho aquí en las calles de Miami”, continuó. “Respeto el sentimiento de todos, pero no puedo aceptar esto. No es algo bueno”.

Ya está acostumbrada a este tipo de reacciones. Cuando la salud del Comandante empezó a decaer en 2006, Juanita sufrió la presión de muchos cubanos exiliados: “Yo tenía mi negocio, casi me linchan ahí porque dije que yo no me alegraba ni de la enfermedad de nadie ni de la desgracia de nadie ni de la muerte de nadie. Eso no era cristiano, no era humano”.

La relación entre Juanita y Fidel es inexistente desde casi los comienzos de la Revolución. Como destaca The New York Times, en sus últimos años en Cuba se dedicó a ayudar a otras personas a salir escondidas del país. Esto le costó enfrentamientos con su hermano, con quien afirma que apenas intercambiaron palabras durante el funeral de su madre en 1963.

Poco después se produjo su salida definitiva de Cuba. Fue detenida por un oficial militar en una bolera por fumar Chesterfields, cigarros norteamericanos.

Colaboró con la CIA y fue la agencia estadounidense la que la sacó de Cuba en 1964

Ya estando en Estados Unidos, Juanita reveló en 2009 que fue reclutada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) cuando aún vivía en Cuba. Hasta que reveló eso, había mantenido un perfil bajo en Miami, donde trabajaba en un farmacia y evitaba pronunciarse públicamente sobre la política de la isla. Pero en sus memorias Fidel y Raúl, mis hermanos, la historia secreta, escrito con la periodista mexicana María Antonieta Collins, contó que en los tres años anteriores a dejar la isla colaboró con la CIA bajo el nombre clave de ‘agente Donna’, entre otras cosas llevando latas en conserva que escondían mensajes y dinero para agentes estadounidenses que estaban en la mayor de las Antillas.

Fue reclutada a través de la esposa del entonces embajador de Brasil en La Habana, Vasco Leitao Da Cunha. Su enlace con la CIA fue el ‘agente Enrique’, Tony Sforza, quien según contó fue clave para el sabotaje económico encubierto de la inteligencia norteamericana tras el fracaso de Bahía Cochinos. Fue la CIA la que decidió sacarla de Cuba cuando Raúl Castro la visitó para decirle que se le había abierto un expediente por “actividades contrarrevolucionarias”. Era 18 de junio de 1964. Un día después abandonó Cuba y no ha vuelto.

Ya fuera del país se pronunció en las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales, donde acusaba a Fidel de “traicionar a su patria con falsas promesas”.

En una declaración enviada a El Nuevo Herald , diario en castellano de Miami, la hermana de Castro aseguraba que no asistiría a los actos del funeral, que se celebran hasta el domingo que viene. “Ante los malsanos rumores de que me dirigía a Cuba para los funerales, quiero aclarar que en ningún momento he regresado a la isla, ni tengo planes de hacerlo”, declaró Juanita. “He luchado al lado de este exilio, brazo con brazo en las etapas más activas e intensas en décadas pasadas, y respeto los sentimientos de cada quien”, aseguraba el sábado pasado.

Otro hermano suyo, Ramón Castro, murió el 23 de febrero a la edad de 91 años y Ángela Castro, el 28 de febrero del 2012 cuando tenía 88 años. Y tampoco acudió a sus funerales.

Su declaración enviada al diario hispano de Florida acaba con un llamamiento al entendimiento entre las dos Cubas: “Hago votos porque podamos encontrar, no un camino de confrontación y de odio, sino uno que nos una finalmente a todos los cubanos”.

Contraria a Donald Trump

Juanita Castro también aprovechó su entrevista con el rotativo neoyorkino para “escupir insultos” hacia el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Ella simpatiza con las políticas de Obama respecto a Cuba.

Además, afirma que había similitudes entre su hermano Fidel y Trump. “La única diferencia es que él puede tener millones, pero el otro tenía cerebro”, opinó Castro. “Desafortunadamente, Fidel no usó su inteligencia para el bien de Cuba”.

Sin embargo, a pesar de sus diferencias en vida, la muerte de su hermano Fidel le causa dolor. “Esto es una de las veces que puedo decir que falta algo. Y el pueblo cubano dirá también que falta algo”, reconoció en la entrevista.

 

 

FUENTE:LA VANGUARDIA