Un nuevo estudio confirma que las mascotas pueden influir en nuestra percepción de las parejas potenciales, literalmente, son un GPS para atraer gente par, lo que además demuestra cuanto más hacen por nosotros los animales.
“Las mascotas traen muchos cambios a nuestra vida amorosa”, confirma Justin García, biólogo evolucionista del prestigioso Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana que llevó adelante una encuesta entre 2.300 usuarios solteros de un sitio de citas muy popular en el mundo.
Los participantes convocados debían responder dos preguntas clave: “¿juzgarías a una pareja por la relación que tienen con tus mascotas?, ¿alguna vez has usado a tu mascota para atraer a alguien que te gusta? El 61% de las consultadas eran mujeres. García, junto con los antropólogos Peter Gray y Helen Fisher, asesora científica del portal Match, analizó las respuestas y confirmó lo sabido: todas las mujeres coinciden en que los solteros que adoptan, especialmente perros sin pedigrí, son los más atractivos del mercado.
Unas 553 mujeres y 277 varones afirmaron que juzgan a las personas por el trato que dan a sus bichos, y esto se debe al costado paterno que invariablemente se proyecta en ellos, concluyen los autores del trabajo, publicado en la revista Anthrozoös.
“Esto es útil en el mercado de las citas” asegura García “donde “no solo debes tener esa capacidad de conexión, sino asegurarte de que los demás sepan que la tienes. Como los humanos somos una especie que practica la crianza colaborativa, la forma como un hombre trata a una mascota puede indicar si estará comprometido con los hijos y los deberes sociales de la familia, ya sea que esto signifique cuidar de ti o de ti y tus hijos”.
Mi amigo asumió la tenencia con la responsabilidad que exigen los hijos, nada extraño en este mundo contemporáneo lleno de solitarios con grandes reservas de amor para dar. “La gente tiende a actuar cada vez más como progenitores de sus mascotas. Por ello, lo que esperaríamos de una mujer que fundamenta su conducta en la respuesta de sus hijos hacia una pareja, es similar a lo que observamos ahora con las mascotas” dice Shelly Volsche, antropóloga biocultural en la Universidad de Nevada, Las Vegas.
En el estudio, cuando se preguntó a los participantes si había usado a la mascota para atraer a una pareja potencial, la mayoría de los hombres dijo que si. No es el caso de mi amigo, pero si hay algo claro es que su gesto denota la clase de ser humano que es.