Las redes son un ecosistema de comunicación que permite los vínculos globales, la denuncia de atrocidades y la creatividad colectiva, pero también pueden comportarse como un ágora odiosa donde reina la intolerancia. Debido a ello, Alemania multará a las redes que no supriman los mensajes de odio, el bullying, las expresiones de ideologías violentas y las noticias falsas. ¿Estamos frente a la exigencia de una moral semiótica en las redes o frente a una nueva expresión de la censura?