La policía de Londres está investigando “un incidente” que considera «terrorista» en el metro de la capital británica, en concreto la explosión de un artefacto casero en un convoy que cubría en hora punta la línea District Line (verde) a la altura de la parada Parsons Green, en el suroeste de la ciudad.

El Servicio Nacional de Salud (NHS) ha informado de que 22 personas han resultado heridas en el atentado, ninguna de gravedad. La mayoría de los heridos, según la policía, sufre quemaduras por el estallido, mientras que el resto tiene cortes o magulladuras producidas al tratar de huir del lugar.

 

Fuentes policiales consultadas por la cadena de televisión Sky News han asegurado que el artefacto explotó parcialmente y que parece que el detonador falló. De haber funcionado, hubiera provocado numerosas víctimas al producirse a la hora punta de la mañana en un vagón de un tren con capacidad para 865 pasajeros. La estación afectada se encuentra en la zona de Fulham, una zona de la red de metro muy transitada a esas horas de la mañana.

Rowley ha confirmado que hay una veintena de heridos y ha asegurado que se han desplegado «cientos de agentes» para investigar lo sucedido y tratar de encontrar al responsable de la colocación del artefacto. Por lo pronto, están analizando las cámaras de seguridad para tratar de determinar quién o quiénes llevaron el artefacto al metro. En la investigación, liderada por el Mando Antiterrorista de la Policía, está colaborando el Servicio de Inteligencia de Interior (MI5).