“Uruguay considera que la violencia sexual o de género no puede ni debe ser entendida como una condición o característica cultural de ninguna sociedad, sino que, por el contrario, es un despreciable mecanismo de represión y subordinación. Nuestro país condena toda forma de abuso y explotación sexual, pero como condenar no basta trabajamos para combatir este flagelo, atacando sus causas y, ante casos consumados, mitigando sus efectos”, sostuvo Vázquez, este lunes 18, durante un encuentro de alto nivel para tratar el tema en el que participó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
“Nos preocupa, nos duele, nos avergüenza, el creciente número de denuncias sobre explotación y abusos sexuales que involucran a personal desplegado en operaciones de mantenimiento de paz. No hay justificación para estos hechos, ante los cuales tampoco puede haber tolerancia alguna, tolerancia cero”, enfatizó el mandatario.
Vázquez dijo que es “responsabilidad de los estados que participan en las operaciones iniciarse en la capacitación antes de su despliegue y que, además, resulta imprescindible garantizar la rendición de cuentas una vez que los casos se hayan consumado o exista sospecha fundada de ello”.
“Hay que trabajar con los efectivos en terreno y asegurar la protocolarización de los procesos a cumplir inmediatamente de sucedido el hecho”, añadió. El presidente uruguayo destacó la necesidad de trabajar de manera “conjunta y coordinada entre las instituciones públicas locales, la sociedad civil, organizaciones de ayuda humanitaria y organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales, junto con los efectivos de paz para lograr la recuperación física y emocional de la víctima de violencia sexual y su reinserción en la sociedad sin ser estigmatizada”, señaló.
También subrayó la importancia de contar con “una investigación ordenada y adecuada en tiempo y formar para poder afrontar este flagelo tan lamentable”.
Para Vázquez, “la lucha contra el abuso y la explotación sexual requiere asumir que solo con buenas intenciones y voluntad no es suficiente, sino que es preciso incrementar la cooperación internacional y la movilización de recursos financieros adicionales para la adopción de programas vinculados al desarrollo sostenible e igualdad de género que permitan establecer procesos serios de justicia transicional hacia sociedades más pacíficas, más humanas, más cohesionadas”.
El mandatario enumeró algunas de las medidas adoptadas por su gobierno para atender esta problemática, como el diseño de un protocolo de actuación del Ministerio de Defensa Nacional ante denuncias de abuso, explotación sexual y paternidad. “El objetivo es sistematizar un procedimiento administrativo específico de actuación ante estos casos”, dijo. Este proceso abarca desde la toma de conocimiento del caso hasta su resolución e incluye las medidas sancionatorias a los responsables.
Además, los integrantes de los contingentes nacionales deben aprobar un curso previo al despliegue, dictado por profesionales externos a las fuerzas armadas, sobre derechos humanos, derecho internacional humanitario, política de género y protección a la infancia, con participación de la ONU. También deben firmar una declaración jurada en la que reconocen haber sido instruidos y aceptan las responsabilidades derivadas en caso de infringir las normas.
La Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores es “el punto focal”, dijo Vázquez, al que pueden dirigirse las personas damnificadas o sus representantes legales, para ser asesorados sobre los procedimientos a seguir “a efectos de ejercer sus derechos, según lo previsto en el sistema legal uruguayo”, expresó.
Vázquez recordó que el gobierno uruguayo “rinde cuentas sistemáticamente sobre los procesos administrativos y judiciales por los casos de abuso, explotación sexual y paternidad que involucran a contingentes uruguayos y que han sido requeridos por la Secretaría General, la Unidad de Conducta y Disciplina u otros órganos competentes de nuestras Naciones Unidas”.
El presidente sostuvo que estas medidas son un aporte y un avance, aunque “no son suficientes”, por lo que llamó a seguir mejorando y dijo confiar en que la recientemente creada Defensoría de los Derechos de las Víctimas de Abusos y Explotación de ONU “será un impulso importante para ese avance”.