¿Por qué se celebra el Día Mundial contra la Rabia el 28 de septiembre?

El 28 de septiembre de 1895, fecha del fallecimiento de Louis Pasteur, se celebra el Día Mundial contra la Rabia (DMR), en conmemoración de sus descubrimientos en diversos campos de las ciencias naturales, la química y la microbiología, y su aportes a la salud pública, entre estos últimos se destaca el descubrimiento y aplicación, por primera vez, de la vacuna antirrábica, lo que ha permitido y permite, desde entonces, salvar innumerables vidas.

La rabia es una de las enfermedades desatendidas, relacionada con la pobreza, que afecta a grupos vulnerables de la población, y es transmitida de los animales domésticos y silvestres al hombre, la que a pesar de los avances de control realizados, está presente aun en varios países del mundo, en donde el perro el gato, continúan siendo las principales fuentes de infección.

dia rabia                                                        Día Mundial de Lucha Contra la Rabia – 2017

El Centro Panamericano de Fiebre Aftosa – PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS, se suma a este evento cívico, y reitera su compromiso de hacer que la eliminación de la rabia sea una realidad.

El Día Mundial de Lucha Contra la Rabia es una oportunidad para sellar el compromiso individual y colectivo por la construcción de estilos de vida saludables, que incluyan la tenencia responsable de mascotas, el conocimiento de las actitudes a ser adoptadas para evitar el riesgo de contagio, así como de la necesidad de acudir de forma inmediata a los servicios de salud para recibir, de ser necesario, el esquema profiláctico para evitar la enfermedad y su desenlace fatal.

En América Latina, desde 1980 se inicia un periodo de combate al endemismo de la rabia, que se traduce en una sostenida reducción del número de casos en perros y, consecuentemente en humanos, estos últimos que no sobrepasan los 5-15 casos anuales.

No obstante en las últimas décadas, y particularmente en los años 2004-2005, la rabia en humanos transmitida por animales silvestres asume mayor importancia, el murciélago hematófago (Desmodus rotundus) pasa a ser el principal transmisor de la rabia en el continente, en alrededor del 68%.

A pesar de la existencia de conocimientos, herramientas y tecnología disponible para prevenir la ocurrencia de casos de rabia, se estima que en el mundo fallecen a causa de la enfermedad, entre 60.000 y 70.000 personas, o sea una persona cada 10 minutos. La mayoría de ellos en países de África y de Asia.

Los niños son el grupo más vulnerable y más expuesto a las agresiones múltiples ocasionadas por mascotas, perros principalmente. En tales circunstancias, el acceso inmediato a la atención médica es indispensable.
En la región de las Américas, un millón de personas expuestas al riesgo de rabia reciben, cada año, profilaxis post-exposición, entregado de forma gratuita por los servicios de salud de los países. La fuente mundial más importante de la rabia humana es la persistencia de la circulación del virus rábico en la población canina; sin embargo, la eliminación sostenida de la transmisión de la rabia en esta especie animal ha sido posible en extensas regiones geográficas. Esto se ha logrado mediante la ejecución de campañas masivas de vacunación, y la adopción de conductas responsable de tenencia de los animales de estimación.

Para asegurar la disponibilidad y acceso de vacunas para personas que requieren tratamiento profiláctico para la rabia en los paìses, la OMS está planificando el establecimiento de un banco de vacunas antirrábicas humanas, de forma similar al que tiene para vacunas de rabia canina la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que se espera esté en funcionamiento a finales de 2017.

«La OMS está tratando de comprender mejor las necesidades no satisfechas de vacunas antirrábicas humanas y la logística para hacer llegar esos medicamentos esenciales donde más se necesitan: en las poblaciones rurales desatendidas».

«Al ayudar a los países a prever sus necesidades y agregarlas en una cifra mundial, estabilizaremos la demanda, de manera que los fabricantes puedan atenderla», señala la Dra. Bernadette Abela-Ridder, Jefe del Grupo de Enfermedades Zoonóticas Desatendidas.