El obispo castrense argentino Santiago Olivera hizo saber desde Roma que tiene en su poder el libro de bautismos registrados entre 1975 y 1979 en la capilla de la tristemente célebre ESMA.
El obispo hizo el anuncio luego de reunirse con el papa Francisco, quien le sugirió «socializarlo a la prensa», según afirmó.
Hace seis meses, tras la designación de Olivera, un centenar de organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y religiosas le reclamaron que asumiera la deuda histórica del obispado castrense de «admitir la responsabilidad institucional que tuvo en el terrorismo de Estado», y que resuelva la «apertura y puesta a disposición de los archivos del Obispado, tanto de la curia como de las distintas capellanías».
Según da cuenta Página/12, el hallazgo, del que Abuelas de Plaza de Mayo se enteró por la prensa, no obedece a aquel pedido sino a una pregunta de una periodista que no supo responder, relató Olivera al diario La Nación, y confirmó que quien busca encuentra. «Lo busqué, lo rastreé, lo encontré y me lo entregaron. Lo tengo guardado yo», dijo. «No sé si habrá mucha información en el libro, pero por lo pronto es un dato que se pueda conocer a los niños que fueron bautizados allí entre el 1975 y 1979, para alguien que necesite saberlo», dijo el obispo, quien no hizo ninguna alusión a los nacimientos en cautiverio, y agregó que acababa de recibir el aval de Bergoglio para difundirlo. «Al Papa le pareció muy bien, le pregunté por los modos, si dárselo a uno, o no, y él me dijo de socializarlo a la prensa y de ofrecerlo y cuando vuelva lo hablaré con (Oscar) Ojea (presidente del Episcopado), con la comisión ejecutiva y buscaré el modo de presentarlo en la línea de disponibilidad, apertura y transparencia que él ha impulsado».
El libro contendría los registros de 127 niños bautizados en la capilla de la ESMA, actual Espacio Patrick Rice en homenaje al fallecido ex sacerdote y militante por los derechos humanos. Según la agencia Télam, incluiría 19 registros de 1975, 14 del año del golpe, 36 de 1977, 28 de 1978 y 30 de 1979. «Puede ser que algún marino haya bautizado allí a sus hijos, pero puede ser que otros no», clarificó Olivera.
En Abuelas de Plaza de Mayo estaban sorprendidos ayer por enterarse del «hallazgo» por la prensa pese a tratarse de un pedido de vieja data y a que el obispo visitó la sede del organismo apenas asumió el cargo.
La ESMA fue el mayor centro clandestino de detención durante la última dictadura. Si bien no hay certezas, el acceso a ese registro abre la posibilidad de que puedan identificarse a hijos de desaparecidos nacidos en cautiverio y apropiados ilegalmente por los represores.