Otro desertor ruso fue atacado en Londres, en este caso asesinado por estrangulamiento.

Se trata de Nikolai Glushkov, considerado como «enemigo» del presidente ruso Vladimir Putin, y uno de los «hombres más buscados» por Rusia.

La policía británica confirmó este viernes que Glushkov, exfuncionario de la línea aérea Aeroflot y ex socio del magnate Boris Berezovsky, que huyó de Moscú tras haber sido condenado por fraude y lavado de dinero, fue estrangulado en su casa del barrio de Kingston. Había sido hallado el lunes por su hija Nathalia, que observó señales de estrangulamiento en su cuello.

El reporte de la muerte se da poco más de una semana después del envenenamiento del exespía ruso Serguei Skripal y su hija con un agente nervioso que el gobierno británico atribuye a Moscú.

No obstante, un informe de la policía británica en que no se nombra directamente a Glushkov consideró que, por el momento, no hay evidencia para sugerir un vínculo con el incidente del exespía y la de «un hombre de alrededor de 60 años encontrado muerto», de acuerdo a lo informado por BBC Mundo.

La noticia del fallecimiento de Glushkov coincidió con el día en que Reino Unido emplazó al Kremlin a dar una respuesta por el envenenamiento de Skripal, tras considerar que era «muy probable» que el gobierno ruso estuviera detrás del incidente.

La primera ministra británica, Theresa May, afirmó que la decisión de señalar una potencial implicación de Moscú se basó en «el historial de Rusia de llevar a cabo asesinatos patrocinados por el Estado». «Y nuestra evaluación de que Rusia ve a algunos desertores como blancos legítimos de asesinatos», agregó.

Rusia negó cualquier implicación con el envenenamiento de Skripal y consideró que se trataba de una campaña de difamación contra su gobierno. Asimismo, pidió una prueba del agente nervioso que Londres le atribuye.

Según Alex Goldfarb, exsocio de Berezovsky, la muerte de Glushkov es «muy sospechosa». «Primero necesitamos saber las circunstancias de la muerte y debemos esperar una investigación policial. Pero parece muy sospechoso, obviamente, debido al reciente ataque contra el doble agente ruso, Sergei Skripal», indicó a la BBC. Según Goldfarb, el fallecido «estaba en todas las listas de personas más buscadas por Moscú».

En la década de 1990, Glushkov trabajó para la aerolínea estatal Aeroflot y la compañía de automóviles LogoVAZ de Berezovsky.

En 1999, cuando el magnate se enemistó con Vladimir Putin y huyó a Reino Unido, Glushkov fue acusado de lavado de dinero y fraude. Pasó cinco años en la cárcel y salió en 2004.

Desde entonces vivió en Londres, donde se destacó por sus actividades disidentes en contra de Putin junto a Berezovsky y al exespía Alexander Litvinenko, envenenado en 2006, presuntamente por Rusia. Berezovski sufrió un intento de asesinato en 1994 y murió en 2013 supuestamente ahorcado.

La autopsia a Glushkov demostró que había muerto «por asfixia de estrangulamiento», según el anuncio de este viernes de Scotland Yard.

A lo largo de la semana, la policía trató esta muerte como «inexplicable» hasta llegar a este veredicto. Fue investigada su muerte por la unidad antiterrorista. Esta unidad estaría investigando cerca de veinte «muertes sospechosas» aparentemente vinculadas a Rusia.

Oficialmente, hasta ahora para la policía Berezovsky se suicidó. Pero Glushkov creyó siempre que había sido asesinado por estrangulamiento, inducido o ayudado por alguien en su mansión de Berkshire en 2013.

Según el régimen ruso, Glushkov estaba deprimido y murió de SIDA.

Se especula que este nuevo caso elevará considerablemente la tensión diplomática entre Reino Unido y Rusia, luego de que la primera ministra May decretara la expulsión de 23 diplomáticos, sindicados como espías.

(Uypress)