Se conocieron las cifras oficiales de Interrupciones Voluntarias de Embarazo durante el año 2017. Lucía Betancur para Fuentes Confiables realizó un detallado informe de lo conocido en estas horas.

En 2016 se registraron 9.719 IVE y en el 2017 9.830. El incremento es de 111 casos.

Total: 44.619 desde 2013. El promedio mensual pasó de 810 en 2016 a 819 en 2017.

Por edad: menores de 15 años: 64

                    15 a 19 años: 1476

                    20 años o más: 8290

Interrupción del embarazo por anomalía fetal (terapéuticos), en 2016: 68 casos y en 2017: 70.

 

La responsable del área Salud Sexual y Salud Reproductiva del Ministerio de Salud Pública, Dra. Ana Visconti dijo que las cifras se mantienen y la tendencia se estabiliza. La ley establece que todos los prestadores del Sistema Integrado Nacional de Salud deben contar con el equipo interdisciplinario (ginecólogo, asistente social y psicólogo o psiquiatra).

Desde hace dos años, las instituciones deben completar un formulario a modo de declaración jurada, especificando cómo están conformados los equipos, qué días atienden, quiénes los integran, qué porcentaje de médicos objetores de consciencia tiene la institución y cómo cubren el servicio.

La dirección técnica de la institución es la única que informa qué ginecólogo es objetor de consciencia, actualmente la cifra es de 40%. Se es o no objetor, no se puede cambiar de parecer, deben completar un formulario informando su postura. Afirmó que una mujer puede denunciar al ginecólogo y ahí recién se conoce quién es para realizar la investigación.

Si la institución tiene médicos objetores puede terciarizar el servicio para complementar. La institución se tiene que hacer cargo, es la responsable y debe brindar el servicio realizando la coordinación y traslado.

Si el prestador tiene objeción idearia, realiza la primer y segunda consulta, pero no la tercera, pasan al acuerdo de complementación. La mujer también tiene derecho a cambiarse de prestador en caso que la atención no haya sido el adecuado, completa un formulario web, lo envía a la Junta Nacional de Salud, Junasa y con la constancia de que está embarazada y de que quiere interrumpir el embarazo, puede cambiarse de mutualista y también a familiares a cargo, pero después no puede volver al anterior.

Visconti señaló la importancia de la cuarta consulta, donde se realizan controles post aborto y asesoramiento en anticoncepción. Algunas no lo realizan, pero otras no lo hacen en el mismo centro, por ese motivo, se pierde la estadística, en 2016 solo el 58% de las mujeres asistían a esta fase del procedimiento. Reconoció que a algunas pacientes le ha fallado la medicación del misoprostol y si están en plazo lo reiteran o sino deben proseguir con el embarazo.

Algunas acceden al misoprostol que se vende en farmacias para el tratamiento de úlceras gástricas con receta médica de un gastroenterólogo. En las farmacias de las instituciones se vende con 1 comprimido de mifipristona y 4 de misoprostol. Afirmó que saben que “se trafica misoprostol, pero solo por rumores, no oficialmente» tampoco han tenido denuncias.

Destacó la importancia de la ordenanza 369 (2005) que dice que los médicos deben asesorar, diagnosticar y asistir a mujeres que quieran interrumpir su embarazo, pero no facilitarles las maniobras abortivas. Es decir, no indicarle cómo abortar, pero si fuera a hacerlo, tratar de que sea de la manera más segura posible.

Aquí la columna completa con la palabra de la Dra. Ana Visconti: