El politólogo Oscar Bottinelli de la consultora FACTUM en su habitual columna de los viernes en Fuentes Confiables realizó un análisis político de Uruguay ante una encrucijada difícil en Sudamérica.
La ineludible referencia a los cambios políticos en los países sudamericanos, los giros en la política exterior de varios países, el debilitamiento de instituciones regionales y las dificultades en tratados de comercio fueron analizados en detalle.
Las preguntas e inquietudes surgieron en el diálogo con Aldo Silva.
¿Qué cambios ha sufrido la política exterior de los principales países de Occidente, como Estados Unidos o los países europeos?
¿Cómo vienen impactando en las instituciones regionales estos cambios políticos de los principales países sudamericanos y las grandes potencias occidentales?
¿Qué pasa en particular con el Mercosur?
¿Cómo impacta en el debate político interior de Uruguay y dentro del oficialismo el tema de los tratados de comercio o de libre comercio?
Bottinelli afirmó que «hay una cosa cierta. Uruguay va a ir donde el mundo lo deje ir. Los tratados internacionales los tienen que aprobar el Parlamento, pero los negocia el Gobierno sin el Parlamento. Hay muchos países en donde el Gobierno va a discutiendo para que cuando se firma, el respaldo parlamentario está plenamente apoyado. Las discusiones sobre los TLC terminan siendo ideológicas y no económicas. No se presenta un balance de cuánto se gana, cuánto se pierde, quienes ganan y quienes pierden. No se aterriza el problema».
Sobre las negociaciones del MERCOSUR con la Unión Europea afirmó que » hay temas que se negocian para un TLC por ejemplo las denominaciones de origen como el queso parmesano. Se trata de una denominación que refiere a un lugar de Italia, pero que tiene más de un siglo de impuestas en nuestros países por influencia de los propios inmigrantes, y no se podría utilizar más. Pueden parecer temas menores pero no lo son. Ahí vendría la restricción de las denominaciones de origen. Son temas sensibles, nada menores».
Sobre los tratados de comercio que se debaten, afirmó que «los nuevos TLC difieren de los viejos, porque se incluyen patentes. Los críticos en Uruguay hablan de un fuerte golpe a las industrias farmaceúticas que producen genéricos. Todavía no fracasó el acuerdo Mercosur con la Unión Europea pero no nos olvidemos que lo está en juego no es solo un TLC sino un tema de asociación que tienen componentes políticos».
Analizando el MERCOSUR, Bottinelli dijo que «durante el auge de Brasil con Lula, aquel país sintió que el Mercosur le quedaba chico. En realidad nunca funcionó el Mercosur como Mercado Común. Siempre fue al compás del proteccionismo de Argentina y Brasil. El Mercosur soñó con ser la Unión Europea de estos lados. Durante los primeros años los cuatro países funcionaron con una política exterior coordinada».
Sobre la UNASUR que se ha visto quebrada en los últimos días, afirmó que «quedó con el sello de algo más o menos chavista. Con la arremetida del grupo de los 14, se definió ‘nos vamos de la UNASUR’. En realidad, la componen todos los países limítrofes con Brasil y dos traslinderos. Es el área de dominio brasileña. Chávez lo comenzó con un contenido ideológico con afinidades con otros líderes como Kirchner, Morales y Correa. Tenemos un giro en varios países con la formación de un bloque de 14 países que tienen una línea de muy fuerte agresividad al gobierno de Venezuela con el apoyo de Estados Unidos.».
Aseguró que «hay un deterioro acelerado de instituciones con contenido político junto con la OEA y la CELAC. La OEA con Almagro no puede mediar en nada. No digo si está bien o mal. Es un dato de la realidad. Le ha quitado a la OEA un papel relevante. Parece como una parte del conflicto y no como sentando a las partes a negociar».
Aquí compartimos la columna completa de Oscar Bottinelli con Aldo Silva: