El dólar en Argentina trepó hoy a 23,50 y luego comenzó a bajar ubicándose en este momento en 22,70. La inquietud es grande para contener la tendencia alcista. Ya se espera la respuesta de la oposición política a esta decisión que tendrá su costo político.
La semana pasada el Gobierno y el Banco Central reaccionaron a latendencia alcista del precio del dólar. En una carrera contrareloj, anunciaron una disminución en la meta del déficit fiscal de 3,2% a 2,7%, un aumento de hasta el 40% en las tasas de referencia y una reducción al 10% del límite que los bancos pueden mantener en moneda extranjera. Esta semana continúan las medidas para estabilizar la situación y sobre todo, contener, la inflación:intentan que las naftas no aumenten tras la devaluación.
¿Qué panorama ofrecen las medidas? Estos son los principales puntos del análisis de Marcelo Bonelli:
El Gobierno está recurriendo a una medida extrema: el congelamiento del precio de la nafta para tratar de amortiguar el impacto sobre los precios. Mayo no va a ser un mes que se pueda perforar el piso del 2 por ciento.
El Gobierno no quiere mantener esta tasa de interés del 40 por ciento por un tiempo muy prolongado porque puede estancar la economía y eso complicarle los números fiscales.
Federico Sturzenegger, que ahora tiene amplio poder, planteó que para achatar la tasa de interés tiene que bajar la inflación y que para eso no tendría que aumentar los combustibles. Por eso el Gobierno está dando marcha atrás en la decisión tomada por Juan José Aranguren en septiembre pasado, que desregularizó todo y dijo ‘los precios son libres y lo ponen las petroleras’. Ahora el Gobierno quiere retomar su potestad para tratar de imponer ciertos límites porque si no el aumento de la nafta sería de por lo menos del 12 por ciento.
Es una decisión compleja. Todo está unido. La decisión de la tasa es la gran preocupación. Hay ministros dentro del gabinete que continúan cuestionando a Sturzenegger y dicen que esta corrida es causa de un mal manejo del Banco Central y que una tasa de interés tan alta puede reducir los niveles de crecimiento hasta complicar las cuentas fiscales.
El Gobierno está siguiendo minuto a minuto lo que pasa en el mercado financiero. Están conforme con que se sofocó la corrida y que el Banco Central no intervino ni el viernes ni el lunes, pero saben que todavía no está controlada la situación.
Encima ayer hubo un nuevo temblor en la economía latinoamericana. Hubo devaluaciones en Brasil y en Chile.
Hay un dato que es sintomático: las acciones argentinas en el exterior y los bonos cayeron y fuerte.