Argentina y Rusia firmaron un acuerdo de cooperación para garantizar la seguridad durante el Mundial de fútbol 2018 y evitar el ingreso de «barrabravas», los hinchas violentos, al país organizador del evento.
El Gobierno argentino envió a Moscú un listado de 3.000 personas que actualmente tienen restricción y prohibición de ingreso a los estadios en el país sudamericano por poseer antecedentes penales.
En el memorándum de entendimiento suscrito hoy por la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, y el embajador de Rusia en Buenos Aires, Viktor Koronelli, se establece además un plan de cooperación entre ambos países durante la Copa del Mundo 2018, que prevé la participación de efectivos argentinos.
Rusia creará un Centro de Cooperación Internacional Policial (CCIP) que garantizará la ley y el orden durante el campeonato, donde coincidirán las fuerzas de seguridad de las 32 selecciones participantes. Argentina enviará efectivos policiales coordinados por Guillermo Madero, director nacional de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos.
«Es muy importante para la Argentina poder participar de este Centro de Operaciones. Hemos elegido el equipo que en el área metropolitana tiene más experiencia en fútbol, porque es donde más partidos se juegan todos los días y especialmente los fines de semana», explicó Bullrich.
«Nuestra gente trabajará para impedir cualquier hecho de violencia que empañe el espectáculo y la fiesta que es un Mundial de Fútbol», sostuvo la ministra.
Desde hace años está prohibida la asistencia de la afición visitante a los partidos de fútbol como medida de seguridad ante la ola de violencia que se cobró 323 vidas desde que se comenzó a jugar este deporte en el país, según estadísticas de la ONG Salvemos al fútbol.
Tradicionalmente, integrantes de las «barras bravas» de los principales equipos de primera y segunda división suelen viajar a los mundiales de fútbol. En varias oportunidades, como en Sudáfrica 2010, protagonizaron incidentes violentos y varios fueron extraditados.