El presidente de Cruzeiro, Wagner Pires de Sá, fue crítico de forma excesiva con el arbitraje del uruguayo Andrés Cunha, en la noche del jueves, en el choque de vuelta ante Boca Juniors en el Mineirao, por los cuartos de final de la Copa Libertadores, que finalizó igualado a uno y con la clasificación del representante argentino.

El juez debió dirigir un encuentro durísimo desde el punto de vista contextual, por lo deportivo, el clima del estadio y lo extrafutbolístico luego de que Conmebol revocara la expulsión de Dedé tras la ida en la Bombonera.

“Todos tenemos que estar indignados. Es un reflejo de la decisión de la Conmebol de impugnar la suspensión de Dedé, expulsado injustamente en el partido de ida”, comentó Pires de Sá.

Además agregó: “cuando la Conmebol nos protegió, me asusté. Ellos no hacen eso con los equipos brasileños. Debemos unirnos”.