En comparación con el año pasado hubo una baja en las ventas de un 20%. Según informó la asociación del comercio automotor del Uruguay a la fecha se vendieron 33.563 vehículos a causa de la suba del dólar y el aumento de la tasa consultar que Poder Ejecutivo incluyó en la pasada Rendición de Cuentas. Ignacio Paz gerente general de ACAU, señalo que este comportamiento era esperable y como consecuencia el comienzo del año tuvo una caída importante y luego se neutralizó

Se espera que para el término de año no se vendan más de 40 mil unidades contra lo que fue el año pasado que se vendieron 56 mil 578. Cifra que se disparó en diciembre por el anunciado aumento de la tasa consular que este año va a marcar el diferencial. Por lo tanto esperan cerrar el año con una baja entre el 25 y 30 % en las ventas, situación similar a 2016 que fue un año bajo explicado por el dólar.

ACAU explicó que la situación que se está viviendo Argentina puede retrasar la decisión de compra de las personas, dependiendo como afecte la economía de cada uno pero no el mercado porque el 60% proviene de Brasil.

Agregar que la baja en las ventas responde además a la crisis en el sector agropecuario que repercutió en las ventas de vehículos utilitarios destinados a esta labor lo que presenta un año desfavorable comparado con el 2017. Se vendieron 2 mil utilitarios menos que el año pasado cuando la venta alcanzó los 8 mil 300.

Comparándonos con la región, un vehículo nuevo de 1.400 centímetros cúbicos cuesta en Uruguay 6.000 dólares más que el mismo auto en Argentina, 9.000 dólares más que en Brasil y 11.500 dólares más que en Chile. Se termina pagando un 30% más.

La carga impositiva de los vehículos en Uruguay hace que el comprador pague al menos el doble del precio, y en algunos casos hasta cuatro veces más que el costo del auto puesto en el puerto de Montevideo. La mayor parte de ese sobreprecio por los tributos se lo lleva el Imesi que aplica tasas entre 23% y 46% para los autos a nafta dependiendo la cilindrada, y de 115% para los coches a gasoil, con excepciones para los utilitarios. A esto se le agrega el IVA, el arancel externo y además los gastos portuarios.

A la hora de comprar un vehículo en el uruguayo pesa más en el precio que en los elementos de seguridad. La mayoría de las personas desisten por precio, y se trabaja para que en los próximos años no sea una opción sino que el equipamiento sea obligatorio. A nivel ejecutivo continua a estudio un proyecto de ley con nuevas exigencias, como el control electrónico de estabilidad, airbag tanto en laterales y en el capo para el atropello frontal de peatones.

Esta baja en el mercado significó además una caída en la recaudación de DGI por concepto de Impuesto específico interno, el cual en 2017 fue récord. El Imesi es el mayor tributo que se le agrega a los vehículos acorde a su cilindrada. Se recaudó por compras de 0 km unos 4.511 millones de pesos equivalentes 157 millones de dólares.

Aquí el informe completo de Giuliana Perdomo en Fuentes Confiables con la palabra de Ignacio Paz: