Las Cooperativas Agrarias Federadas, la Comisión Nacional de Fomento Rural, la Federación Rural, la Asociación Rural del Uruguay, la Asociación Nacional de Productores de Leche y la Asociación Cultivadores de Arroz recibieron del secretario de Estado los últimos datos sobre las medidas implementadas por el Gobierno para el sector.
“Seguimos trabajando con las tarifas eléctricas y cumplimos con el compromiso que habíamos prometido con el sector arrocero, que es disminuir las tarifas para regantes e industria por un lapso de seis meses y desde el 1.° de noviembre para el sector lechero”, enfatizó Benech a la prensa.
Asimismo, sostuvo que las tarifas también pueden disminuir aún más para los productores de lácteos: “Estamos convencidos de que aproximadamente el 50 % de los productores lecheros podría pagar menos si revisa sin costo el sistema de contrato que tiene con UTE”. La empresa estatal comunicó al ministerio que consideró este punto y atenderá a todos los interesados en verificar sus contratos.
Recordó que no se modificará el costo de los combustibles, tras reexaminar evaluaciones de Ancap, el precio del barril del crudo, la tasa de cambio y el momento del año: plena cosecha de productos de invierno.
En relación con el sistema de trazabilidad del rodeo bovino, aseguró que es la fortaleza de la que el país dispone a la hora de conquistar y preservar mercados para las carnes, especialmente China, donde está por acordarse el nuevo protocolo de exportación, y la inminente apertura de Japón. “Que un productor ganadero haga las cosas mal no quiere decir que no funcione el sistema”, asumió el ministro de Ganadería.
Para combatir el abigeato, otro punto abordado en la reunión, el Gobierno modificó leyes para endurecer las penas en el Código Rural y pasó las penas al área urbana. Benech recordó el trabajo coordinado con el Ministerio del Interior, que más de una vez concurrió al Congreso de Intendentes para dialogar sobre el aumento del control bromatológico, responsabilidad de cada comuna, excepto en Montevideo por ser jurisdicción del Instituto Nacional de Carnes. “Es como cuando se roba la radio del auto y después la gente va a comprar radios robadas. Así, el negocio es difícil de parar”, advirtió.