“A 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la humanidad se ve enfrentada a seguir fortaleciendo ese ideal utópico, ético, de lo que implica el reconocimiento de la dignidad a todas las personas”, reflexionó Villarreal, en diálogo con la Secretaría de Comunicación Institucional, al participar, este jueves 6, en la ceremonia de presentación de la fundación Canguro.
El secretario de Derechos Humanos añadió que, desde esa perspectiva, es fundamental el proceso de conquista de reconocimiento de derechos, tanto en las libertades individuales como en derechos económicos, sociales, culturales y respecto al hábitat.
En el marco del Mes de los Derechos Humanos, se organización instancias de reflexión sobre derechos humanos y discapacidad, en Colonia, derechos humanos y convivencia, en Salto, cultura para la paz, en Atlántida, derechos a la ciudades, en Montevideo, y frontera y migración, en Chuy y Rivera.
Además, Uruguay volverá a integrar en 2019 el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), destacó el encargado de Negocios de la Delegación Europea en Uruguay, Andrea Nicolaj.
La distinción del bloque europeo a la fundación Canguro también conforma las diferentes acciones realizadas por el 70.º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El Premio de Derechos Humanos consiste en la difusión de la fundación a nivel internacional y en un viaje a la sede del bloque en Bruselas para interactuar con integrantes de la sociedad civil y de las instituciones locales.
La organización fue creada en 2016 con el objetivo de mejorar los primeros 90 días de vida de los recién nacidos que, por diversas razones, deben permanecer en el Centro Hospitalario Pereira Rossell pero carecen del cuidado familiar necesario.
A través del trabajo de 150 voluntarios, la fundación procura brindarles mejores condiciones en los primeros tres meses de vida, basándose en los beneficios de la nutrición afectiva, que permite dominar el estrés, reducir el miedo y la excitación, aumentar la sociabilidad y la seguridad personal. La nutrición afectiva favorece también la adquisición del lenguaje, las habilidades sociales, las capacidades cognitivas, así como el fortalecimiento del sistema nervioso e inmunológico, entre otros.