Fuentes Confiables dialogó con tres venezolanos que residen en Venezuela para conocer cómo viven la crisis que atraviesa el país.

    Informe de Lucía Betancur 

Yornel Morales, tiene 27 años, es camarógrafo y editor. Trabaja para una cadena de noticias internacional. Reside en Caracas.

Stephanie Camel de 26 años, es ingeniera civil pero trabaja como corredora inmobiliaria. Vive en Lechería, Estado Anzoátegui.

Carlos Meléndez, tiene 32 años, trabaja como sociólogo y docente universitario. Reside en el Estado de Lara, en la ciudad de Barquisimeto.

Yornel Morales participa de las marchas, en muchas ocasiones realizando coberturas para el medio donde trabaja. Afirmó que “el derecho a la salud y alimentación están vulnerados. Para una familia tipo es muy difícil conseguir los alimentos necesarios para mantenerse al igual que la medicina”. Explicó para qué rinde un sueldo mínimo que es de unos 18 mil bolívares soberanos (no alcanzas 300 pesos uruguayos).

Stephanie Camel, dijo que el sector donde se ve un mayor cambio es en el transporte donde “un pasaje de transporte público estaba en 1 bolívar en setiembre. Ahora está a 100 bolívares”.

Carlos Meléndez dijo que participa de las marchas monitoreando a las víctimas de represión y en las marchas como civil. Señaló que los productos que más necesitan son de aseo personal, alimentos y medicamentos.

Yornel tiene 14 familiares en Uruguay. Ha pensado en emigrar pero le da “pánico” dejar a su hijo pequeño porque. Dijo que un pasaje a Uruguay puede costar 250 o 300 dólares, 100 dólares son 200 mil bolívares soberanos, serían 20 sueldos mínimos, dijo.

Recibe dinero, medicina, productos de primera necesidad. “Hay muchas restricciones de aduanas. Las personas que ingresan al país esconden todo muy bien”.  

Stephanie tiene a la mitad de su familia en el exterior en Argentina, Ecuador, Perú, Colombia, Canadá, Chile, España, Francia, Estados Unidos. No tiene planes de emigrar “espero un feliz término”, cree que “esta es la última oportunidad”, pero si la situación no cambia, la primera opción sería irse del país. “Es complicado que te envíen dinero por el control cambiario, sí envían productos”.

Comparó la diferencia hace 5 meses atrás en relación a la inflación.

Carlos también tiene familiares en el exterior. No se ha ido porque “tengo esperanza de que Venezuela va a recobrar el rumbo económico, la armonía política”. No tiene planes de irse.

Explicó cómo vive un profesor universitario con 2 dólares:

El Estado donde vive Stephanie es petrolero y turístico, pero “ha decaído por falta de manteniendo vial y hotelería, falta de seguridad”. Lechería es segura en comparación con otras, dijo.

En relación al servicio de salud dijo que tanto los centros públicos como privados brindan el servicio pero el paciente debe conseguir la medicación, jeringas, algodón.

Carlos dijo que los principales hechos delictivos se dan en la comida, roban viviendas, ya no se realizan saqueos masivos.

Aquí el informe completo de Lucía Betancur para Fuentes Confiables:

Imagen: Twitter @gestionperfecta