En el programa de hoy, «De taquito a la mañana» recibió a María Rosa Oña, quien en su columna de humor habla sobre las pavadas que hacemos por amor.
«Una vez cuando tenía 11 años y no me dejaban salir, me encerraron en mi cuarto. Pero había un chico de la cuadra que me gustaba y él sí salía a jugar. Entonces me quise escapar, salí por la ventana al patio de mi casa, me caí y terminé enyesada», contó.
«¿Alguien me puede explicar la locura de tatuarse el nombre de una pareja? O incluso más: ¿la locura de tatuarse el nombre de los hijos, de la madre?», planteó la columnista.