Informe de Giuliana Perdomo:
Los comerciantes del Mercado Cordón, ubicados en Arenal Grande y Mercedes, están preocupados porque las ventas siguen bajando y cada vez hay menos locales. Actualmente, de 160 comercios instalados, solo 60 están en funcionamiento.
A cuatro años de la inauguración de la nueva estructura, son más las pérdidas que las ganancias para los vendedores. Al comienzo se fijó un horario de 9 de la mañana a 18 y hoy en día nadie lo cumple, ya que se dedican a realizar otras tareas para complementar el dinero que obtienen. Hay comercios que abren a media mañana, otros que cierran a primera hora de la tarde y en el caso de los fines de semana solo hay 10 locales que abren los días sábados.
Actualmente se abonan 140 pesos mensuales, más 1400 pesos aproximadamente de BPS y DGI, más el costo de seguridad y limpieza. Según constató Fuentes Confiables, hace meses varios locales no abonan el monotributo porque las ventas no son redituables.
Según los distintos testimonios, se venden de 3 a 5 unidades por día y llegando a la hora de cierre del local, en caso de no haber vendido nada, comienzan a bajar los precios de las distintas prendas. A raíz de la instalación de un supermercado en el predio del edificio de 21 pisos lindero al mercado, la concurrencia de público aumentó los primeros días, lo que hacía pensar que cambiaría la situación de ventas pero no fue suficiente.
Los comerciantes exigen la instalación de locales gastronómicos para incentivar la visita por el mercado y limpieza del baldío donde se instalará el estacionamiento subterráneo sobre Mercedes y Fernández Crespo. Además piden ayuda publicitaria para darse a conocer y en el caso que la situación de cierre de locales continúe, exigen que se unifiquen todos los locales en una sola planta para generar otra visual.
Un comentario muy recurrente es que los visitantes llegan y al ver la mayoría de los locales cerrados se van, muchos de ellos por ejemplo ni suben al segundo nivel. De todas maneras se destaca la estructura favorable, cuenta con rampa de accesibilidad, probadores, baños, pero el entorno no acompaña.
La inseguridad es un factor que también influye, las personas que duermen en el terreno baldío y el poco movimiento dentro del mercado. A la fecha los baños se encuentran cerrados con candados y varios locales cuentan con vigilancia. De 4 guardias de seguridad se pasó a tener 2, uno en cada turno, porque ya no se puede abonar los costos.
Además del entorno que no favorece, la inclusión financiera sigue siendo un factor que incide directamente en la baja de las ventas. Cada vez son menos las personas que buscar adquirir prendas al contado, esto ha llevado a que algunos locales implementaran el POS pero no le es redituable. Muchos comerciantes reponen su local con el dinero que obtienen de otros trabajos. Y además mantienen la clientela que tenían antes de mudarse a ese punto de Montevideo.