En su propósito de crear espacios públicos «más amables» para las familias,la Xunta obligará a habilitar en los nuevos edificios de uso público, tanto de titularidad privada como de una administración, determinadas estancias para hacer más fácil el cuidado de los hijos. Entre estas exigencias figurará la colocación de cambiadores de bebés también en los baños de los hombres, dado que actualmente la mayoría están instalados en los aseos de señoras, salvo que se disponga de un cuarto de uso mixto para tal efecto.
Esta es una de las novedades que recogerá la futura Lei de Impulso Demográfico que coordina la Consellería de Política Social, cuyo proyecto se conocerá en las próximas semanas con el objeto de que se apruebe definitivamente antes de acabar la legislatura. Galicia será la primera comunidad autónoma que eleve a rango de ley toda las políticas orientadas a fomentar la natalidad y darle la vuelta a la pirámide poblacional o, cuando menos, aminorar el envejecimiento.
Sobre el nivel de exigencia de los nuevos edificios de uso público -entendiendo como tales aquellos que acojan personas «para actividades de carácter social, recreativo, deportivo, cultural, educativo, comercial, administrativo, asistencial, residencial, sanitario u otras análogas»-, se establecerán dos en función de quien sea titular. Si es de propiedad pública, entonces deberán contar con salas de lactancia, entre cuyo equipamiento figurarán los cambiadores. Y para los ya existentes, la Xunta promoverá que se realicen reformas para adecuarlas a la nueva realidad.
En los establecimientos de próxima construcción de propiedad privada, como restaurantes, centros comerciales o deportivos y cualquier tipo de residencia, solo estarán obligados a colocar los cambiadores, «accesibles tanto para hombres como para mujeres». Ya no valdrá, como es ahora práctica habitual, que estén instalados en el baño de mujeres. Si es así, también habrá que colocarlos en los aseos de los hombres. La alternativa sería, si se dispone de un tercer baño dedicado a personas con alguna discapacidad, instalarlo en este cuarto, dado que su uso es mixto.
En cuanto a los bares, dependerá de su superficie, pues esta característica es la que determina el nivel mínimo de servicios.
Al respecto de los edificios privados de uso público ya existentes, la Administración autonómica incentivará las reformas necesarias para que cuenten con este espacio.
Las novedades que contendrá la Lei de Impulso Demográfico también afectarán a las plazas de aparcamiento de los edificios tanto de titularidad pública como privada. En caso de que estos inmuebles dispongan de parking, deberán habilitar plazas especialmente adaptadas y reservadas para las familias con hijos menores de doce años de edad. Serán más amplias y se ubicarán cerca de los accesos a las zonas comunes -como ya existen en algunos centros comerciales-, pero no se podrán hacer a costa de las dedicadas a conductores con minusvalía. Al igual que en las anteriores disposiciones, la Xunta impulsará la reformas para adaptar a estas circunstancias los edificios ya existentes.