La Justicia formalizó con 120 días de prisión preventiva al joven de 20 años, de iniciales C.E.S, acusado de matar a Adrián Gonzalo Fordigin Fuente, un efectivo que custodiaba un camión de reparto en Sayago el 18 de junio de 2018.
Informe: Giuliana Perdomo
La fiscalía informó que un celular robado 30 minutos antes del homicidio fue clave en la investigación. Otra persona que estaba detenida de iniciales W.R.S quedó en libertad por haberse confirmado que no participó del crimen. Ahora se investiga a otro hombre, que está preso por otra causa, que podría ser el conductor de la moto en la cual se trasladaban los dos delincuentes.
Se vivió un clima de mucha tensión en el juzgado por parte de los familiares. Ocho de ellos con sus rostros llenos de lágrimas acompañaban al hombre que fue liberado, mientras que otras dos personas más (entre ellas su novia) apoyaban al formalizado. La sala de pequeñas dimensiones estaba colmada, incluso varios participantes quedaron parados.
30 minutos antes de la audiencia de formalización se realizó el reconocimiento facial del autor primario por parte de un testigo protegido (dueño del celular) que fue clave para poder ordenar la prisión preventiva. Además declaran por este caso otros tres testigos.
El celular que se encontró por la policía ayudó a esclarecer la investigación. El joven de iniciales C.E.S lo había hurtado 30 minutos antes de darle muerte al policía tras un raid delictivo esa mañana. En el forcejeo con el funcionario policial lo pierde y eso es determinante.
El dueño del teléfono llegó a estar detenido porque las pruebas lo señalaban a él como autor, y esta misma persona es quien reconoce al joven de 20 años que ahora irá a juicio oral y puede alcanzar una pena mayor a 15 años.
El fiscal de homicidios, Juan Gómez, solicitó prisión preventiva por 180 días, dejando sin efecto la prisión domiciliaria pedida por el acusado, en el entendido que corre peligro de fuga y puede entorpecer la investigación. La jueza del caso hace lugar al pedido de la defensa de acortar la preventiva a 120 días y lo formaliza por un delito de homicidio muy especialmente agravado.
Según se puede apreciar por las cámaras privadas de la zona (Sayago) los dos hombres implicados vestían ropa de trabajo. A la moto de color negro se le quitaba la matrícula y los plásticos laterales para cometer las diferentes rapiñas.
El hombre liberado fue acusado por el autor primario pero además testigos, lo indican como el responsable de comercializar el arma del policía fallecido. Los tres estarían implicados a un grupo delictivo pero no se puede comprobar fehacientemente los hechos.