La justicia formalizó con 180 días de prisión preventiva al delincuente de 18 años que prendió fuego un local de pagos y quemó a dos empleadas, el pasado 4 de junio. El hombre fue detenido el viernes por la policía, resultando baleado, tras resistirse al arresto.
Informe: Giuliana Perdomo
El acusado ingresó a sala con vestimenta deportiva y descalzo. Luego saludó a su madre quien estaba muy afectada por la situación y se dispuso a escuchar a los presentes. En ningún momento intervino durante la audiencia que duró algo más de 20 minutos. Si lo hizo al término de la misma, cuando estrecho un abrazo nuevamente con sus familiares y pidió que le lleven a la cárcel “una remera y championes”.
Su madre mientras esperaba fuera de sala insistía en la inocencia de su hijo, dijo que cuando lo fue a buscar la policía “le dieron un tiro en la panza y lo tiraron para una cuneta”. Manifestó que desde ese entonces “no había tenido noticias de él”. Consultada sobre donde se encontraba su hijo a la hora del hecho delictivo, manifestó “en su casa, hablen con los vecinos”.
El fiscal de homicidios, Juan Gómez, indicó que los otros dos delincuentes que participaron del intento de asalto están “plenamente identificados”. Dijo que el vínculo entre los implicados es “el delito” y descartó una relación familiar.
Gómez, señaló que la participación de este joven está probada de acuerdo a las pericias que llevó adelante personal de Policía Científica y un testimonio protegido. Dentro del automóvil que fue abandonado en la costanera del arroyo Pantanoso, se encontró la boleta de compra de la nafta y un encendedor, con el que incendiaron el local de pagos, además de sus huellas digitales.
El fiscal solicitó al juez, Huberto Álvarez, que el joven fuese formalizado por dos delitos de rapiña agravada, dos homicidios de muy especialmente agravados en grado de tentativa y un delito de porte y arma de fuego en lugares públicos. Todos ellos en régimen de reiteración real y calidad de autor.
El joven de iniciales J.S.C.O que cumplía prisión domiciliaria por receptación, había rapiñado el 14 de mayo a una policía que caminaba junto a sus hijos en la zona del Cerro de Montevideo. Mediante amenazas le quitó el arma, y les apuntó en la cabeza a sus dos hijos de 3 y 5 años para obtener los cargadores del revolver.
La defensora pública, Gabriela Machado, no se opuso a la formalización pero pidió una reducción de la prisión preventiva que no fue aceptada por el juez. A pedido de su defendido solicitó que no sea enviado ni al Penal de Libertad, ni tampoco a la Unidad de Santiago Vázquez (ex Comcar).
También dejó constancia que el implicado luego de ser operado no recibió curaciones ni calmantes, por ellos reclamó en sala que se le haga una pericia por parte del médico forense.