En la tarde de este jueves, mujeres de todas las edades se manifestaron de forma pacífica en la explanada de la Intendencia de Montevideo, con prendas negras como señal de luto. Sostenían un cartel con el mensaje “nos siguen asesinando”.
La vicepresidenta de la organización Mujeres de Negro, Nery Guerra, hizo referencia al asesinato en Tacuarembó, de la adolescente Esmeralda Ferraz. “Muy consternados y doloridos por los últimos acontecimientos. Esto nos deja en evidencia la desprotección que tienen nuestros niños, niñas y adolescentes, dentro de su hogar”, expresó.
Guerra explicó a 970 Universal que el hogar de los menores de edad deberían ser el lugar “más seguro y, sin embargo, no lo es. También pasa con las mujeres víctimas de violencia”.
La organización reclama mayor presupuesto para la ley integral, que se liberen recursos para la Justicia y el Ministerio del Interior. Guerra subrayó que las tobilleras son efectivas pero faltan recursos para hacer un eficiente seguimiento de los casos de violencia doméstica.
Al sepelio de la joven de 14 años participaron unas 300 personas. Los vecinos del barrio hicieron una colecta y recolectaron 60 mil pesos para ayudar a la familia con el pago del sepelio.
Persona fría y sin arrepentimiento
Sobre el tío de Ferraz, quien abusó sexualmente y luego estranguló a la adolescente, la fiscal del caso Claudia Lete, dijo a 970 Universal que “es una persona fría, calculadora sin muestras de arrepentimiento”.
La autopsia determinó que hubo abuso sexual por parte de su tío, quien tiene heridas en su cuerpo por haber luchado con la adolescente. El cuerpo de la joven fue hallado sin vida en una zona boscosa a unos 300 metros de su vivienda.
El hombre de 31 años confesó ser el autor del crimen. Es el hermano de la madre de Esmeralda, quien vivía en el mismo predio que la menor. Luego al crimen el hombre habría consumido medicación para animales en un aparente intento de suicidio.
Lete confirmó además, que Fiscalía trasladó el caso a la Unidad de Víctimas para la contención de la familia. Dieciséis mujeres fueron asesinadas en lo que va del año. De ese total, 11 murieron a manos de su pareja o expareja, cuatro fueron muertas por familiares y tres eran menores.