En su columna de historia en De taquito a la mañana, Alejandro Giménez habló de la ley de duelos a un siglo de estos acontecimientos.
«El jueves pasado se cumplió el centenario del duelo de Washington Beltrán», rememoró Giménez. «Los duelos eran concertados de forma escrita u oral y todos estaban vinculados a la defensa del honor. Podían ser con pistolas o espadas», explicó el columnista.
«Los duelos están vinculados al auge de la prensa escrita, y aquello que antes de dirimía en el campo de batalla empieza a darse en el campo de los editoriales de los distintos diarios. Pero la gran pregunta era qué pasaba si alguien mataba a otro, porque estos eventos no eran legales», se planteó.
En 1919 se puso sobre la mesa la necesidad de una legislación al respecto, luego del duelo entre Juan Andrés Ramírez y Batlle y Ordóñez, en el que ambos salen ilesos, pero fueron denunciados y llevados presos por las fuerzas del orden. «En ese momento, era raro que hubiera un muerto, y cuando lo había se decía que estaba de caza y se escapó un tiro. Nadie dudaba de la palabra de estos caballeros», narró Giménez.
¿Cómo y por qué surgió el duelo entre Washington Beltrán y Battle y Ordóñez? «Washington Beltrán, de 35 años, brillaba como abogado y periodista. Fue entonces que escribió un editorial bajo el título «Qué tupé», acusándolo de atrevido. Su propia esposa le dijo que ese título le iba a costar un duelo, y así fue», contó el columnista.
«El 1 de abril a la tarde se enviaron padrinos a la casa de Beltrán, y se bate a duelo con Batlle y Ordóñez. Eran dos disparos por cada uno», dijo. El segundo disparo de Batlle y Ordoñez perfora su pulmón, provocándole la muerte a los pocos segundos. «Se sabe que Batlle y Ordoñez le dijo a uno de sus hijos: ‘No me abraces que no lo merezco, acabo de matar a un gran hombre'».
El dos veces Presidente de la República Batlle y Ordóñez va preso por cuatro días, y allí dice que no conoce a Beltrán. «Este episodio hizo que se intentara legislar sobre el tema. Es así que Ramírez vuelve a presentar su proyecto», concluyó.
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