«Esta administración logró los objetivos trazados al inicio del período», señaló el gobierno departamental.
La Intendencia de Montevideo entregó la rendición de cuentas a la Junta Departamental, la misma da cuenta de que se cierra el quinquenio con una inversión récord y ahorros disponibles para mitigar los impactos del covid-19.
Además de presentar la explicación de cómo se generaron los ingresos y se aplicaron a las inversiones y gastos, de acuerdo al plan presupuestal, se presentó una mirada de mediano plazo.
Al inicio del período, el Intendente Daniel Martínez y su equipo de gobierno presentaron un plan para el quinquenio basado en cuatro grandes ideas en lo referente a la gestión económico-financiera de la institución.
El shock de inversiones de US$ 800 millones previstos para el período 2016-2020 (de los cuales se ejecutaron 640 millones entre 2016 y 2019) se canalizó hacia inversiones en infraestructura de alta visibilidad: calles, parques, plazas, ciclovías y en las ramblas (del Oeste, Sur y Este).
También se canalizó recursos hacia otras inversiones en infraestructura “invisible”, pero que reviste la sustentabilidad ambiental y sanitaria de la capital. Por ejemplo, ampliación de la red de saneamiento en el noroeste del departamento y el mantenimiento estructural de la red central (Red Arteaga).
Además, en este período se contó con un Fondo de Infraestructura Metropolitana de Montevideo (FIMM) financiado por aportes del gobierno nacional, que permitió realizar un conjunto de obras adicionales sin endeudamiento.
El shock de inversiones estuvo acompañado de resultados acumulados positivos a nivel presupuestal y una reducción del endeudamiento neto, indica la Intendencia.
En este período se definió la mejora en la equidad tributaria como objetivo de política y «se lograron avances significativos», que «permitieron aumentar la recaudación sin aumentar impuestos».
La reducción de la morosidad y el acercamiento de las bases tributarias a la realidad, sobre todo en los tributos de base territorial, generó mayores ingresos y equidad, mientras «Montevideo continúa siendo el departamento de menor presión fiscal del país».
Los resultados positivos de los ejercicios 2016 a 2018 constituyeron una importante fuente de ahorro para la Intendencia, apuntalando la solidez financiera.
En ese sentido, se materializaron en reservas financieras que permitieron potenciar el plan global de inversiones y que actualmente también representan un sostén para afrontar la crisis económica generada por la covid-19.
Además, «gracias a la fortaleza financiera acumulada, se ejecutaron más inversiones de lo previsto» (hubo un aumento de 767 millones, que significa 23% de incremento respecto a lo presupuestado), señaló el gobierno departamental.
Estas mayores inversiones se financiaron, en gran medida, con una reducción de 506 millones de pesos de los resultados acumulados entre 2016 y 2018.