Por Antonio Ladra.

Hace un tiempo, la orden en Cabildo Abierto era “revisen” y “borren” los comentarios que hayan escrito en las redes sociales y que puedan ser “escandalosos”. Aquel pedido del líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, casi una orden, surgió a raíz de lo escrito por quien había sido designado vicepresidente de la ANP, el capitán de navío Gastón Bianchi y que no llegó a asumir por culpa de su pluma veloz.

Ahora la cosa viene por el lado de con quien se reúnen y estar alertas por si los graban y después difunden los dichos.

¡Qué problema que ha tenido lo largo de este año de gestión de Luis Lacalle Pou con Cabildo Abierto! Es el precio que tiene que pagar por los votos. Cuando no es su líder que se desmarca de sus socios de la coalición multicolor para marcar perfil, son los dirigentes de esta agrupación que parecen salidos de las cuevas del paleolítico por sus comentarios políticos y falta de tacto.

Ahora fue el caso de Enrique Montagno, fundador de Cabildo Abierto, militar retirado, allegado a Manini Ríos, quien había sido designado como integrante del directorio de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE). El pasado 23 de febrero tuvo una conversación privada con Adrián Puppo, un ex integrante de Cabildo Abierto.
Parece que en la reunión Puppo le tiró de la lengua a Montagno, parece que lo grabó y parece que lo difundió. Y a juzgar por lo publicado por el semanario Búsqueda en su edición del pasado jueves, Montagno no tiene pelos en la lengua.

Puppo dijo que no sabía de la existencia del audio y Búsqueda lo atribuyó a un archivo que “circula en ámbitos cabildantes” y al que accedió el semanario. Como sea, Montagno quedó muy mal parado y tuvo que renunciar.
Cuando la agrupación dio a conocer la renuncia de Montagno, lo hizo a través de un comunicado. ¿Hubo autocritica? Ni una pizca. En el comunicado se le expresa un “reconocimiento profesional”, describiéndolo como “un servidor del país, que contribuyó desde su función a que se logre un mejor acceso a la atención en la salud pública”.
Parece que la contribución al país es haber “conseguido” 135 cargos en ASSE para simpatizantes de Cabildo, según lo que dijo y que ahora ASSE dio marcha atrás en 30 de ellos, todos mal habidos ilegales. Ahora Cabildo Abierto dice que ahora hay una caza de brujas y el rio sigue revuelto.

Cabildo Abierto tiene un problema con las redes, con lo que escriben o dejan de escribir y las justificaciones sobre eso eran a la carta: cuando no era un hacker, son personas que están buscando algo para cuestionarlos, o la prensa que los persigue, nunca una mirada autocrítica.

Ahora el problema está en que los graban. Pero no dicen nada del fondo de la cuestión, esto es, lo que dicen y como lo dicen.

Como sea, el asunto no es “revisar y borrar y no hablar y escanear a los interlocutores, el problema son las cabezas que gobiernan Cabildo Abierto y los que le siguen.

En medio de este asunto surge la denuncia sobre la directora en representación de los usuarios en ASSE, Natalia Pereyra, quien fue expulsada del Partido Socialista por un manejo de dineros en su cargo. O sea, todo muy turbio. Natalia Pereyra está en representación de los usuarios o del Partido Socialista. El problema de Pereyra con el Partido Socialista es que no entregó la cuota que corresponde al Partido, como parece ser que deben hacer todos los funcionarios partidarios y que ella le cobraba a su secretaria y a dos adjuntas. Ahora, ¿ella no es acaso directora en representación de los usuarios? Parece ser entonces que el movimiento nacional de usuarios es un sello de goma. ¿La ética?, bien gracias.

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 Foto: Martin Martínez / FocoUy