¿Quiénes podrán acceder? ¿Cómo se repartirán las entradas? ¿Cuáles son los protocolos?

El ayuntamiento de Río de Janeiro cedió ante el pedido de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), luego de intensas negociaciones en las últimas 24 horas, la posibilidad de contar con un aforo de 10% de público en la final de la Copa América entre Argentina y Brasil, en el Estadio Maracaná, el próximo sábado a la hora 21.

Tal y cual sucedió en el encuentro de Libertadores que coronó en enero de 2020 a Palmeiras sobre Santos, habrá espectadores en la definición del certamen de selecciones. La diferencia para este presente es que se distribuirán en todo el coloso, y no estarán «aglomerados» en un solo sector, para evitar multas como ocurrieron en ese momento.

En esta oportunidad, el número máximo de personas que podrá presenciar la final será de 7.800 sentados. La capacidad del escenario total es de 78.000. El secretario municipal de Salud, Daniel Soranz, manifestó que quienes ingresen deberán contar con prueba PCR vigente y realizada hasta 48 horas antes del inicio del partido o test de antígeno, así como también deberán ubicarse en cada sector asignado con separación de dos metros mínimos.

Asimismo, fue claro en que la responsabilidad objetiva de lo que suceda será enteramente de la Conmebol, ya que es competencia organizada por el órgano que además, distribuirá los ingresos de la siguiente manera:

Espectadores de ambas parcialidades: 2200 ingresos protocolares que se entregarán en el propio estadio el día del partido para cada selección (total 4400). En el caso de argentinos que quieran asistir solo es para residentes en Brasil.

Deberán concurrir a las cercanías del escenario con PCR negativo o realizarse el test de antígenos en el momento que será pago por el interesado, y si está todo «ok», le dan ese pase simbólico para la final. Lo mismo para los norteños

A ese número destinado, se le sumarán invitaciones para familiares y allegados de los planteles, entradas protocolares para los sponsors que estuvieron detrás del auspicio, y 150 entradas vip para las más altas autoridades, entre ellas el presidente de FIFA, Gianni Infantino. El hisopado es obligatorio para todos ellos.