María Eugenia «Tuque» García estrenó nuevo segmento en De Taquito a la mañana, «Una pausa, un café y una historia». El primer entrevistado fue el empresario y Senador Juan Sartori donde mediante una nota distendida y relajada, conocerán un poco más de su vida, anécdotas y momentos que lo marcaron.
Juan Sartori es hijo de Rosina y Gustavo, nació en Montevideo el 6 de febrero de 1981 en el Hospital Italiano y vivió sus primeros años en Ciudad Vieja. Cuando cumplió 12 años se mudó junto a su familia a Europa.
Estudió licenciatura en Economía y Negocios en Lausana e hizo un intercambio de corta duración en la Universidad de Harvard.
En 2015, se casó con la rusa Ekaterina Rybolovleva y tiene tres hijos: Isabella (de su anterior pareja), Alexander y Giulia (junto a Ekaterina).
Es fundador y presidente Ejecutivo de la compañía Union Group, una firma privada de inversiones y capital privado, que cubre los sectores agrícola, energético, forestal, entre otros. Además es presidente del club de fútbol inglés Sunderland AFC.
En noviembre del año 2017 se embarca en uno de los desafíos más difíciles de su vida. Ser presidente, con una campaña que preguntaba ¿Quién es Juan Sartori? Una sonrisa ancha, pelo impecable, y con una gran ambición: quiso ser el elegido para dirigir al país. Juan no llegó a la Presidencia pero sí al Senado por el Partido Nacional.
-¿Cómo está la interna del partido desde tu lugar?
Nos reíamos de esto el otro día, el domingo fuimos a ver la final de fútbol de salón con el Senador Sergio Botana, que Sergio era de los que más malos estaba conmigo cuando lanzamos la campaña me trataba de comadreja y hoy estamos amigos, vamos a ver los partidos juntos, trabajamos en el senado muy bien, lo mismo con Gandini. Con el Presidente estamos trabajando juntos muchísimo en este post pandemia donde yo creo que lo más importante va a ser cómo reactivamos la economía del país.
-¿Te has adaptado al rol de Senador?
Bastante bien, te diría que soy un buen senador ahora con experiencia ya más de un año, terminé de entender como funcionan las cosas ahí que no es fácil.
-¿Cómo nace la amistad con Oscar Andrade?
Somos medios parecidos de personalidad, somos los más jóvenes de senado, somos también de otra generación y nos llevamos muy bien en cosas que nos gustan hacer. El otro día me paso a buscar a las 6 de la mañana para ir a construir un techo a una señora con las brigadas solidarias.
-¿Cómo está Juan Sartori hoy en día?
Para empezar estoy más viejo porque cumplí 40 años, toda la experiencia de más de esta nueva vida de senador, de tener más paciencia, de discutir los proyectos todos los días también yo creo que me hizo bien, estoy más tranquilo y mi mujer dice lo mismo. En general ha sido una experiencia linda la de Político Legislativo, hay mucha reflexión, de aprender de temas que no tenes ni idea.
-¿Cómo estas con tu familia?
Sigo casado que no es poco y contento, con dos nenes chicos y una niña más con mi ex pareja y tengo una vida de familia que disfruto mucho, que me gusta, tengo una conexión con mi mujer que ha sido probada en todos los eventos más raros, porque esto no era mi vida de decirle yo a mi mujer «bueno nos vamos mañana a Uruguay voy a empezar una campaña política».
-¿Han tenido crisis matrimoniales este último tiempo?
Llevo ya 5 años de casado y todos los días al borde del divorcio, porque realmente estamos constantemente en una relación pasional donde hablamos mucho, donde ponemos todo sobre tela de juicio y eso es lo que hace nuestra relación para mi muy linda. Ella es totalmente distinta que yo, yo soy muy sentimental, lo que siento lo que tengo ganas voy y me tiro al agua, ella es mas racional, muchísimo más pausada. Su pasión son los saltos a caballo, la equitación.
-¿Porqué hablas poco de tu padre?
Mantenemos una relación muy buena pero la de no haber nunca compartido mucho tiempo y es una de las razones por la que nos encontramos ahora, una o dos veces por semana comemos juntos y tenemos esas discusiones ya en otra etapa, en otro momento de la vida pero de padre e hijo que son interesantes. Cuando sos padre empezás a entender la situación del otro lado.
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