Vinculan al movimiento con Estados Unidos.
El gobierno cubano prohibió una manifestación de la oposición prevista para el 15 de noviembre porque «los promotores y sus proyecciones públicas, así como los vínculos de algunos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense tienen la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba», ratifica el Estado cubano en una carta de respuesta, publicada por el medio oficialista Cubadebate.
La misiva, firmada por Alexis Acosta, intendente del Consejo de la Administración la Habana Vieja, sostiene que la marcha, que se realizaría en simultáneo en otras partes del país, «constituye una provocación como parte de la estrategia de ‘cambio de régimen’ para Cuba, ensayada en otros países». Además, refiere al artículo 4 de la Constitución cubana, que define al socialismo como un sistema «irrevocable», por lo que «toda acción ejercida en su contra es ilícita».
El gobierno cubano vincula al movimiento opositor a Washington: «Apenas se anunció, la marcha recibió el apoyo público de legisladores estadounidenses, operadores políticos y medios de comunicación que alientan acciones contra el pueblo cubano, intentan desestabilizar el país e instan a la intervención militar», critica la carta.