La organización no gubernamental Transparencia Internacional publicó su informe anual sobre la situación de la corrupción en el mundo. En América Latina, los peores puntuados fueron Venezuela, Haití y Nicaragua, mientras que Uruguay está entre los mejores de la selección.

El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) clasifica 180 países y territorios según las percepciones que estos tienen sobre el nivel de corrupción en el sector público, empleando una escala de cero (muy corrupto) a 100 (muy baja corrupción).

En 43 de ellos, el promedio global del IPC sigue sin mostrar variaciones, por undécimo año consecutivo, y más de las dos terceras partes de los países tienen un problema grave de corrupción y una puntuación inferior a 50. Ningún país de América Latina registró mejoras significativas en los últimos cinco años.

«El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2022 muestra que la mayoría de los países están fallando en el objetivo de acabar con la corrupción», apunta el documento del organismo.

Dinamarca (90) ocupa el primer lugar en el índice de este año, y Finlandia y Nueva Zelanda se ubican muy cerca, ambos países con una puntuación de 87. La solidez de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos también hacen que estos países estén entre los más pacíficos del mundo, según el Índice de Paz Global.

Sudán del Sur (13), Siria (13) y Somalia (12), tres países afectados por conflictos prolongados, siguen estando en los últimos lugares del IPC. Este año, 26 países –entre los cuales se encuentran el Reino Unido (73), Qatar (58) y Guatemala (24) – alcanzaron niveles mínimos históricos.

Dinamarca (90), Finlandia (87) y Nueva Zelanda (87) repiten como los menos corruptos del mundo, según este informe; y Somalia (12), Siria (13) y Sudán del Sur (12) registran los índices de percepción de la corrupción más elevados. Hungría (42) es el peor en la Unión Europea.

«La corrupción y el conflicto se retroalimentan y amenazan la paz duradera», destaca el informe que señala que el fenómeno es especialmente visible en América Latina. Los países con puntuaciones más bajas registran una alta criminalidad o sufren conflictos sociales y suelen tener estallidos de violencia. Es el caso de Venezuela (14), Haití (17), Nicaragua (19) y Honduras (23), que tienen las peores notas de América Latina.

Uruguay (74) y Chile (67), en cambio, son los mejores calificados de la región, seguidos de Costa Rica (54), aunque este alcanzó su puntuación más baja por recientes casos de corrupción y denuncias de un supuesto financiamiento ilícito de la campaña electoral del actual presidente Rodrigo Chaves.

El resto de los países de América Latina tiene puntuaciones inferiores a 50, como Cuba (45), Colombia (39), Argentina, Brasil (38), Ecuador, Panamá, Perú (36), El Salvador, República Dominicana (33), Bolivia, México (31) y Paraguay (28).

 

Foto: FocoUy