El sildenafilo (popularmente conocido como Viagra) es el medicamento estrella para tratar la disfunción eréctil en hombres.
Fue creada en 1988 como un fármaco para la hipertensión pulmonar, una enfermedad que puede afectar desde personas recién nacidas hasta ancianos.  Su principio activo es el citrato de sildenafilo, que ayuda a relajar los vasos sanguíneos en el pene y aumentar el flujo sanguíneo, lo que facilita la erección en respuesta a la estimulación sexual.

Pero hay otra droga, que surgió mucho tiempo después y se llama Tadalafilo que es más utilizada y recetada por sus  ventajas comparativas con respecto al viagra.

El sildenafil, debe tomarse de manera precoital porque su duración en sangre es de 4 horas, otra desventaja tiene que ver con la alimentación: si el paciente comió comida grasosa no se va absorber completamente en la barrera gástrica.
El taladafilo en cambio, tiene una duración en sangre que va de 18 a 36 horas eso permitió que se crearan dosis apta para tomar de manera diaria (que según expertos es la mejor forma) otra ventaja es que no importa lo que comas, la absorción va a ser del 100%.

Otra ventaja que se descubrió de esta droga es que es un protector de la Hiperplacia Prostática, que es algo que tarde o temprano le ocurre a todos los hombres y es el crecimiento de la próstata, ventaja que no presenta el sildenafil.

Magdalena Joubanoba ,sexóloga, médica y neuropsiquitra explicó a Punto de Encuentro porqué es más recetado el tadalafilo y los mitos que existen sobre los efectos secundarios.

 

Lo cierto es que a pesar de ser medicamentos que no presentan contraindicaciones (si su eso esta controlado y recomendado por un profesional obvio) Uruguay no cuenta con un registro de venta de medicamentos, como si por ejemplo lo hace España, Brasil o Argentina.

Pero por ejemplo, según datos de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), en 2019 se vendieron en España 2,1 millones de unidades de Viagra y otros medicamentos similares para la disfunción eréctil, lo que representa un aumento del 1,8% con respecto al año 2018.

Ya en el año 2018 el químico farmacéutico Ismael Olmos, sostenía que en Uruguay no existe una posibilidad de contar con revelamientos independientes sobre el consumo de este u otros medicamentos y sus efectos.
“Estamos muy lejos de lo que pasa a nivel regional y mundial porque no tenemos una Agencia Nacional de Medicamentos, como pasa en Argentina, en Brasil o España. No sabemos cuánto consumimos de todos los medicamentos, estamos un paso atrás”, sostuvo.

Tener estos datos quizás sería interesante (desde el punto de vista periodístico) pero no son relevantes desde el punto de vista médico, ¿porqué? Porque en ninguno de los casos casos se necesita receta para su compra y porque tampoco hay registrada ninguna muerte a consecuencia del sildenafilo ni del tadalafilo, pero si casos graves por interacción.

 

Pero hasta acá está todo bien, porque venimos hablando de personas jóvenes o adultos que sufren de disfunción sexual y que consultan a profesionales de la salud para solucionar su problema.

¿Pero que pasa con los jóvenes? ¿Y que pasa cuando en realidad este medicamento se utiliza con otros fines, como por ejemplo, prolongar una relación sexual o contrarrestar los efectos del alcohol?

Porque en los jóvenes la sexualidad muchas veces esta atravesada por aspectos que la condicionan, siendo el rendimiento y la potencia dos de los cuales cobran relevancia en esta etapa de la vida, esto hace que para poder cumplir con estas dos demandas busquen sustancias que le permitan «mejorar su rendimiento».

Para los jóvenes que buscan este tipo de «ayudas» el encuentro sexual muchas veces se aleja de disfrutar un momento de placer o de la intimidad del encuentro para dar paso a una especie de «competencia» donde lo que se busca es «alcanzar una proeza» o ganar en determinado objetivo como por ejemplo «impresionar» a esa pareja sexual con una erección más prolongada para «durar más».

Si bien no hay datos que indiquen qué porcentaje de jóvenes (adolescentes) utilizan la Viagra para tener relaciones sexuales pero los expertos señalan que es cierto que está habiendo un aumento de este uso recreativo y así lo confirmaba Joubanoba.

 

¿Pueden generar dependencia o tolerancia ?
Acá también hay algunos mitos que es importante desterrar porque hay bibliotecas que sostienen que el Viagra es un medicamento que “puede generar dependencia psicológica en algunas personas que la usan de forma regular y prolongada”. Bueno esto no es así, y es importante volver a recalcar la importancia de consultar a un médico siempre que sea necesario.

¿Y que pasa con las mujeres? ¿Lo pueden consumir?
Y más teniendo en cuenta los cambios y procesos biológicos por los que pasa la mujer a lo largo de su vida que pueden influir en el deseo sexual como por ejemplo el embarazo o la menopausia.