El presidente argentino Javier Milei fue recibido por el papa Francisco en el Vaticano, un encuentro que duró más de una hora tiempo que el pontífice no había dedicado ni a Cristina Kirchner, Alberto Fernández o Mauricio Macri.

El jefe de estado argentino y el sumo pontífice dialogaron sobre la situación política y económica del país así como también sobre los conflictos internacionales actuales y el compromiso por la paz entre naciones.

Luego de la reunión, la Oficina de Prensa de la Santa Sede emitió un comunicado en el que expresó “satisfacción por las buenas relaciones entre la Santa Sede y la República Argentina y el deseo de reforzarlas aún más”.

Tras los insultos del mandatario argentino en campaña, los líderes sellaron su reconciliación con un abrazo ante cientos de fieles en su encuentro previo, en la ceremonia de canonización de la primera santa argentina en el Vaticano.