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En la madrugada del pasado domingo se realizó una fiesta clandestina en la cancha de un club deportivo en Pinar Norte donde concurrieron unos 1800 jóvenes en su mayoría menores de entre 15 y 17 años.

La convocatoria del evento fue mediante redes sociales, con un flyer ,que promocionaba la fiesta como una plus 16 llamada JM en la Tahona y no aportaba mayores datos. Las entradas se comercializaron mediante el sitio web entraste.com.

Además algunos de los jóvenes pagaron mediante transferencia bancaria una locomoción, (ómnibus que salían desde Montevideo) hacia el lugar donde se realizaría el evento.

Adolescentes que participaron de la fiesta contaron a 970 noticias que al llegar el chofer no tenía con exactitud la dirección del lugar y los deja a unas cuadras.

El evento no se realizó en la Tahona tal como mencionaba el flyer sino que se llevó a cabo en la cancha José Ponte C.A El Pinar Júnior .

Al llegar, varios de los asistentes tiraron el vallado de seguridad, luego de que no se les permitiera el ingreso, tras la ausencia de los coordinadores de la fiesta. Asimismo indicaron que tampoco se les solicitó el código QR de la entrada previamente abonada, lo que facilitó el ingreso de cualquier persona que no contara con el ticket.

Cabe mencionar que todas las fiestas habilitadas para menores, que cumplan con los requisitos y normativas correspondientes son publicadas en la página de INAU, con los datos del lugar, fecha y hora, así como también la franja etaria autorizada para concurrir al evento.

A raíz de una denuncia, un equipo interinstitucional conformado por INAU, Intendencia Municipal de Canelones y Ministerio del interior concurren al lugar a intervenir la fiesta. Entienden que por la magnitud del evento y la cantidad de menores que participaban presentaba un riesgo mayor desarticularlo y en ese caso resuelven que transcurra con normalidad.

Por su parte INAU procede a realizar la inspección y labrar acta, en este caso según nos dijo la Directora General de INAU Dinora Gallo corresponde una sanción por infracción al artículo 186 que es la concurrencia de un lugar no habilitado para menores de edad o 187 del consumo de alcohol dentro del establecimiento.

Algunos de los menores relataron que ante la falta de control si bien no se vendía alcohol en la fiesta, ingresaron bebidas alcohólicas.

Desde la Dirección de Contralor de la Intendencia de Canelones logran constatar que además de que la fiesta no contaba con habilitación, no tenía puestos de hidratación y solamente algunos baños químicos además de escasa seguridad, unas siete u ocho personas para 1800 asistentes.

En este caso la Intendencia notifica a los organizadores que van a ser sancionados y el plazo para que presenten los descargos correspondientes.

Todo lo antes mencionado corresponde a tramites administrativos para luego aplicar las sanciones por incumplimientos de normativas e irregularidades.

Pero en este caso ¿Quién se hace responsable de garantizar la seguridad de los jóvenes? ya que la fiesta no es desarticulada y sigue su curso.

El Director de contralor de la Intendencia de Canelones Luis Garrido, indicó que no existe un protocolo de acción común cuando la fiesta no se puede disolver.

La pregunta que nos hacemos todos es, ¿existe un vació legal o un limbo jurídico? Ya que no hay una normativa que regularice cómo deben actuar las autoridades competentes para garantizar la seguridad de los menores.

Finalmente la madrugada termina con disturbios, pelas a golpe de puño y un menor lesionado. La policía no tiene denuncias formales al respecto pero se encuentra investigando.