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La verdad es que ya estábamos tardando en dedicarle una columna al tema de hoy. Al murguista en activo con más títulos y sino que me desmienta Mauro Bernardo, al domador de gargantas, el alquimista de voces, el sommelier que combina a los beatles con la marcha camión, al único que le queda bien el recuerdo de una manzana verde, que fruta tan poco noble la manzana verde, quién come Manzana verde? quién usa manzana verde para otra cosa que no sea la ensalada waldorf? Quién sabe bien lo que lleva la ensalada Waldorf? Es el mismo Waldorf que el del método educativo? Qué es esto de que dos cosas tan random como una ensalada y una técnica de enseñanza lleven el mismo nombre? Acaso Paulo Freire tiene un plato con su nombre? Serán en honor a Paulo, el famoso producto panificado “las borlas de Freire”? , A Paulo Freire le gustaba la manzana verde? Y la Contra del 2002 con Pitufo de smoking y manzana verde en la espalda? Y ahí llegamos al asunto de la cuestión: Pitufo Lombardo. Y la pregunta que todos nos hacemos al escuchar una murga arreglada y dirigida por él: ¿Qué tendrá ese pitufo?
El Queso luego se pregunta si no se pasaban de mamaderas con tal homenaje, acá no lo haremos, solamente diremos que Don Timoteo 2017 fue la murga que mejor sonó en la historia del carnaval. Factos, son datos y hay que darlos. Pero viniendo a este año fui a consultar a dos arregladores corales: Darío Prieto y Pablo Pereiro sobre cuáles eran los momentos o arreglos que más le gustaban. No es sorpresa que hayan coincidido en la canción sobre los jóvenes sin futuro. Vamos a escucharlos a los dos que explican por qué gusta tanto, la primera voz es la de Darío Prieto, luego Pablo Pereiro y por último Darío Prieto de nuevo.
Sin dudas que es uno de los momentos del carnaval, por eso está bueno ponerle la lupa, porque hay algunos recursos de la canción original que explican por qué funciona tan bien en La Gran Muñeca. Lo primero a decir es que es una canción de Chico Buarque y fue estrenada en 1971, fue un éxito tremendo. No paró de sonar en las radios a pesar de que dura 6;30 minutos. La Rolling Stone considera el álbum Construcao como el mejor álbum brasileño de todos los tiempos. Fito Paez, que la versionó en español, la presenta como “la canción que cambia la historia de la canción en américa y en el mundo”.
Hay dos palabras que ustedes mismos han usado cuando se refieren a la canción de los jóvenes sin futuro: tensión y tragedia. La canción original transmite eso también y lo hace con un par de recursos, primero la tensión la da la repetición rítmica, la guitarra y la percusión repitiendo lo mismo una y otra vez. En LGM lo hace Pitufo con la guitarra. Luego la conjugación de los verbos. Chico Buarque usa el imperfecto subjuntivo, “Besó a su mujer como si fuese última” ese “como si” genera una incertidumbre en el escucha, ¿será la última o no será la última vez?
Entonces tenemos una canción que desde el comienzo nos sitúa en un mal presagio. LGM hace lo mismo, “nació en el hospital y fue tan solo un número”, nada bueno puede salir de ese comienzo. Y eso nos da el otro elemento que comparten junto a la original la “deshumanización del protagonista” en la canción de Chico Buarque es un obrero de la construcción y en LGM “otro niño pobre”. Emiliano me contaba que de la original tomó justamente el caracter anónimo y el espíritu dramático. También sus versos terminan con palabras esdrújulas que le dan un tono vehemente a lo dicho, y todo desde un narrador en tercera persona, que nos ubica fuera de la situación narrada, pero viéndola.
Emiliano la escribió a mitad de año sabiendo que era una historia que se iba a repetir constantemente y ese es el espiritu que transmite, ese loop infinito que podría estar cantando la murga constantemente. “Así mueren los pibes cual si fuesen números” y los números son infinitos, una sucesión sin límites.
Vamos a salir de este momento como también lo hace La Muñeca, luego de esta canción hay un momentito de marcha camión, un espacio para soltar el aire de lo que acabamos de escuchar, bueno, nosotros nos vamos a ir con momento murguero. Volvemos a traer a Darío Prieto para que nos señale otro arreglo que le gustó mucho.
Y para el final mi favorito, y estoy considerando seriamente que sea mi momento favorito del carnaval. El trío de Maxi Porciuncula, Nico Grandal y Abril Pereyra que condensa a Pitufo: El coro bajando revoluciones, el trío empastado a la perfección, el silencio mínimo antes que explote de nuevo la batería y de paso a la bajada.
Historia trágica. Historia cotidiana
La orquesta quebra la monotonía de la repetición rítmica. Lo hace el coro?
Los tonos causan tensión
La conjugación original de la canción es en el imperfecto subjuntivo “como si fuese” lo que transmite la sensación de angustia. Además desde el comienzo se instala la noción de un mal presagio
Canción en actos:
Nacimiento
Desvío del camino
Desenlace trágico
Deshumanización del protagonista.
Todos los versos tienen 14 sílabas y todos terminan con palabras esdrújulas.
“Construçâo”, una de las canciones más extraordinarias de la historia, fue grabada hace cincuenta años. Podría haber sido ayer. Nada ha cambiado demasiado en la vida de un obrero. Pero, sobre todo, el poder de la canción sigue siendo el mismo. Un poder que radica, claro, en su diseño mágico. “Construçào” es una construcción que se incluyó en un disco de larga duración con ese mismo título
“En ‘Construção’, la emoción estaba en el juego de palabras”, explicaba en una entrevista publicada por le revista Status en 1973. “Ahora, si uno mete una persona dentro de un juego de palabras, como si fuera un ladrillo, acaba jugando con la emoción de las personas. Pero hay una diferencia entre hacerlo con intención o, en mi caso, hacerlo sin estar preocupado por el significado. Si estuviera en una torre de marfil, aislado, tal vez se me ocurriera un juego de palabras con algo etéreo en el medio, la Patagonia, tal vez, que no tiene nada que ver con nada. No pondría en la letra un ser humano. Pero no vivo aislado. Me gusta entrar en un bodegón, jugar billar, oír las conversaciones de la calle, ir al fútbol. Todo entra en la cabeza en tumulto y sale en silencio. O sea que una canción es el resultado de una vivencia que no es solitaria, que es la contraparte del juego mental y garantiza tener los pies sobre la Tierra. La vivencia es el contrapeso de la soledad y viene de la solidaridad y del sentido social”.
Era una canción compleja. Complejísima. Estaba orquestada por Rogério Duprat, un ex alumno del compositor vanguardista Karlheinz Stockhausen
Después llegó Construçâo que, además, fue una gigantesca apuesta comercial del sello, cuyo director musical era Roberto Menescal, uno de los nombres claves de la bossa nova. “Llamamos a Duprat, que nos pidió una orquesta de más de 60 músicos. Perfecto, los contratamos. Teníamos además una consola de cuatro canales, toda una novedad para la época”, cuenta Menscal. “Pero nadie sabía manejarla demasiado bien y cuando la mezcla de ‘Construçâo’ estaba terminada alguien, ya no recuerdo quién, apretó el botón equivocado y borró todo. Pensamos regrabarla con guitarra y nada más. Si pedíamos más dinero a la Philips para hacer la grabación de nuevo nos mataban. Pero en ese momento tenía varias producciones importantes presupuestadas, de Elis (Regina) entre otras. Saqué un poco de plata de cada una y volvimos a llamar a los músicos”.