Columna de Fabián Tiscornia:

 

En una nueva entrega de Que alguien lo explique, Fabián Tiscornia se refirió al tema de como evitar errores y malas decisiones financieras. Cómo puedo evitar caer en errores financieros: ¿Qué aspectos debo tener en cuenta? ¿Cómo encarar el manejo del dinero?

 Generar ese hábito de ahorro

Lo primero es establecer una meta de ahorro mensual, que conviene que sea pequeña al principio, para poder alcanzarla. 

Lo siguiente es justamente revisar aquellos gastos que ya tenemos el hábito de hacer, por ejemplo todas las suscripciones que tenemos: desde plataformas de entretenimiento a un club. Muchas veces ni nos fijamos porque están con el débito automático de la tarjeta de crédito. Por eso, hacer un seguimiento de estas suscripciones para cancelar las que no se usan es clave. 

Y precisamente, si hablamos de tarjetas de crédito, revisar detenidamente los gastos porque puede haber errores de cobro. También estar atento a los vencimientos y a las renovaciones de tarjetas que acarrean un costo anual.

Vamos a seguir con la tarjeta de crédito, porque un error muy común es utilizar la tarjeta de crédito como una extensión del salario. ¿Qué es esto? Financiar el consumo habitual (supermercado, combustible, salidas) con la tarjeta en cuotas. Esto, lo que hará a largo plazo es aumentar nuestro endeudamiento.

Otro error vinculado a este son los gastos hormiga que ya tratamos aquí, que son todos aquellos pequeños gastos que hacemos día a día como el café que nos compramos en la oficina, las golosinas, refrescos, un taxi porque llegaba tarde, etcétera. Este tipo de gastos, justamente por pequeños, los obviamos y en realidad pueden sumar una suma no menor a fin de mes. 

Una mala decisión financiera puede ser no generar un ahorro para emergencias. Este debería ser el primer objetivo del ahorro, construir un pequeño fondo de emergencia.

El ahorro de emergencia (que puede ser el equivalente a entre tres y seis meses de salarios) genera dos beneficios.

El primero es que da mayor tranquilidad: Una fuente de estrés se vincula con la situación financiera.¿Qué voy a hacer si me quedo sin trabajo o si tengo una enfermedad que me impide trabajar por un tiempo? Con un ahorro para emergencias se reducen estas preocupaciones debido a que se pasa a contar con un período interesante de ingresos, más allá de los seguros de paro o por enfermedad.

El segundo beneficio, es que el ahorro de emergencia nos protege de las malas decisiones financieras. De dos formas, una porque no vamos a caer en gastos innecesarios porque tenemos el objetivo de generar un ahorro de emergencia.

 Y una vez que lo generamos, porque ese colchón financiero nos permite evitar caer en comportamientos nocivos para nuestro bolsillo, cuando las deudas apremian. Por ejemplo, cuando no tenemos este ahorro de emergencia y lo necesitamos, vamos a terminar en préstamos con intereses altísimos, pagos mínimos de la tarjeta de crédito que generar intereses. Si tuviéramos un fondo de emergencia, podemos utilizarlo y no tener necesidad de recurrir a préstamos caros.  

Un error frecuente es armar un presupuesto, pero después no revisarlo o ajustarlo. Queremos hacer las cosas bien, llevar control de los gastos y del dinero que ingresa y entonces armamos un presupuesto. Hasta ahí, no ha problemas. El inconveniente o mala decisión financiera es cuando, no lo revisamos para hacerle ajustes. 

Por ejemplo, puede pasar que esté destinando un porcentaje alto a entretenimiento o al revés, dejé muy poco porcentaje para este rubro y se me está yendo en lo que hablábamos antes: los gastos hormiga.

Entonces, tan importante como armar un presupuesto, es tener la capacidad de revisarlo y ajustarlo si no funciona como espero.

El último error financiero se puede dar cuando ya el resto está superado. Es decir, ya tengo hábitos de ahorro, no uso la tarjeta de crédito como una extensión del salario, eliminé los gastos hormiga, generé el ahorro para emergencias, ajusté mi presupuesto. Entonces, ¿qué sigue? Si hice un check list de todo lo anterior, lo siguiente es que voy generando un ahorro que puedo invertir. 

Y acá puede venir el error, que es: invertir en instrumentos que no conozco o no entiendo cómo funcionan.

Por ejemplo, invertir en criptoactivos sin entenderlos o sin tener en cuenta que están expuestos a un riesgo alto, instrumentos basados en contratos por diferencia, portafolios ganaderos que hablan de ganancias fijas anuales, cuando es un negocio que tiene vaivenes.

Si no se tiene tiempo para estudiar sobre inversiones, la mejor decisión es lo menos riesgoso: un plazo fijo, compra deuda del Tesoro de Estados Unidos. Y la peor es invertir siguiendo el instinto o el clásico que suele estar detrás de muchas estafas piramidales: me invitó un amigo