Columna de Miguel Pastorino:

En una nueva entrega de Atrévete a pensar, nuestro columnista, el profesor y filósofo, Miguel Pastorino, abordó el tema «La crisis en la educación». Según explicó el filósofo, existe una clara ruptura en la «alianza» entre educadores y padres. «Donde en realidad, en una generación donde los chiquilines aprenden a vivir sin límites y el niño o el adolescente siempre tienen la razón, el educador siempre es el sospechoso. Eso no pasaba antes, ya lo sabemos», dijo.
Añadió que ese tipo de situaciones puede generar «una ruptura y un miedo a poner límites de parte institucional, porque se pueden tener problemas como maestra o educador porque vienen los padres a hablar con el director y podés terminar perdiendo vos cuando en realidad deberían respaldarte», argumentó.

Pastorino sostuvo que estos episodios se dan muchas veces por la confusión entre lo «afectivo y lo académico». Añadió que el rendimiento académico no debería verse afectado por lo emocional si desde la institución se acompaña a ese niño/joven. Esta actitud termina siendo perjudicial para los adolescentes que terminan no siendo capaces de autogestionar sus propias emociones, algo que según explicó ha sido estudiado por muchos neurocientíficos.

«Porque de alguna manera estamos generando problemas en los chiquilines, desde hace tiempo y lo han dicho varios neurocientíficos dedicados a la educación y es: personas que no se acostumbran a gestionarse a sí mismas emocionalmente, a desarrollar la voluntad, dependen todo el tiempo de la motivación externa y eso esta pasando en el trabajo…gente que se queja en el trabajo porque dice: A mí nadie me motiva!», indicó.