Columna de Fabián Tiscornia
Si hace un año teníamos a la Argentina baratísima para los uruguayos, ahora estamos en pleno proceso de abaratamiento de Brasil.
¿Por qué está subiendo el dólar en Brasil? Y ¿cómo puede afectar esto a Uruguay? En este «Que alguien lo explique» vamos a repasar el abaratamiento de Brasil y sus consecuencias. Empecemos por entender qué es lo que está pasando en Brasil.
Ayer el dólar en Brasil aumentó por cuarta jornada seguida, esta vez 1,13 %, y marcó un nuevo máximo histórico: 6,06 reales.
En apenas dos meses, el dólar en Brasil lleva un alza de 11,5%. Para tener una referencia, en Uruguay en lo que va del año se incrementó 10,7%. Es decir, el dólar en Brasil aumentó en dos meses más que lo que subió en Uruguay en 11 meses.
Ahora, ¿por qué está subiendo tanto y tan rápido el dólar en Brasil? Cuando esto sucede generalmente está asociado a factores de desconfianza. Es decir, la suba fuerte y rápida del dólar es como un termómetro que marca la fiebre, sabemos que algo anda mal hay que ver qué es.
En el caso de Brasil, lo que ocurrió es que el mercado no cree en el plan de ajuste que presentó el ministro de Hacienda, Fernando Haddad.
El gobierno de Lula se enfrenta a un déficit fiscal que alcanza a 9,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Para tener una idea, en Uruguay el déficit fiscal es de 3,2% del PIB. Además, en el caso de Brasil el endeudamiento es elevado y alcanza al 80% de su economía.
Por eso, el ministro de Hacienda brasileño, Haddad, presentó un plan de ajuste que supone recortes de gasto por 11.800 millones de dólares en dos años y 54.800 millones de dólares hasta 2030.
Hasta ahí, no habría problemas con el mercado. Hay un déficit fiscal elevado y el ministro propone un recorte del gasto para reducir ese déficit.
El problema viene porque dentro de ese paquete, Haddad incluyó una ampliación de la exención del impuesto de la renta para aquellos que ganen hasta 5.000 reales al mes (esto es poco más de 800 dólares al mes).
Eso supone menor recaudación y es ahí donde el mercado cree que el ajuste no será suficiente y por eso empieza a demandar dólares, que ante una situación compleja es visto como un activo seguro.
La propuesta se va a enviar al Congreso el próximo año y, de aprobarse, entrará a regir en 2026, cuando Brasil tenga elecciones presidenciales.
Ahí escuchábamos a Haddad diciendo por un lado que el ajuste fiscal no es una “concesión” que él está haciendo al mercado, sino que es algo en lo que el cree que es necesario y por otro lado, también decía que este paquete no es una “bala de plata” ni el gran final del mismo, sino que puede haber más medidas.
Esto con el intento de llevar algo de calma al mercado cambiario brasileño, algo que por el momento no ha logrado.
Hasta ahí repasamos lo que sucede en Brasil. El punto ahora es cómo puede afectar esto a Uruguay.
Lo primero es que el mercado cambiario uruguayo tiene como referencia al brasileño y entonces, el dólar en Uruguay ha subido en las últimas semanas. En noviembre la moneda estadounidense en el mercado local subió 3,6%, el mayor incremento para un mes desde octubre de 2023.
Ahora, si bien el dólar en Uruguay sube influido por Brasil, no lo hace al mismo ritmo.
Esto supone un primer problema. Si el dólar en Brasil sube más que lo que lo hace en Uruguay, lo que sucede es que Uruguay termina encareciéndose ante Brasil o visto de otra manera Brasil se abarata frente a Uruguay.
Una muestra de esto es que los paquetes de las agencias de viaje para vacacionar en enero en Brasil están prácticamente agotados.
Pero, además de que puede incrementarse la salida de uruguayos rumbo al país vecino, también Brasil se vuelve en un mejor competidor a la hora de captar turistas argentinos. Recordemos que los argentinos representan prácticamente la mitad de los turistas que llegan a Uruguay en el año.
El otro punto en que el abaratamiento de Brasil complica a Uruguay es similar al que vimos con Argentina: el turismo de compras y las ciudades fronterizas que ven el impacto de un consumo del lado brasileño.
Si bien Brasil actualmente no está tan barato como llegó a estar Argentina para los uruguayos el año pasado, esto es dinámico y la diferencia de precios puede acentuarse en los próximos meses si el dólar en el vecino sigue esta tendencia.
Con un agravante adicional, que es que la frontera con Brasil en muchas ciudades es directamente cruzar la calle, es decir, mucho más fácil y más económico que cruzar un puente como ocurre con Argentina.
Hay otro factor adicional al de Argentina, que es que un Brasil “barato” para los uruguayos no solamente afecta a los comercios de frontera que ven un menor consumo, sino también a los free shops que dependen del turista brasileño.
Para tener en cuenta, los free shops en Uruguay generan unos 2.500 empleos, lo cual puede parece menor, pero en los departamentos donde están ubicados no es una cifra despreciable.
Otro efecto que genera este “abaratamiento” de Brasil en términos relativos, es sobre el canal exportador. En 11 meses del año, Brasil es el segundo destino de las exportaciones de bienes uruguayas detrás de China con US$ 2.107 millones. Casi un dólar de cada cinco en exportaciones de bienes uruguayos va a Brasil.
Si Brasil está más “barato” para nosotros o lo que es lo mismo Uruguay está más “caro” para los brasileños, las exportaciones de productos uruguayos a ese destino pueden empezar a tener problemas para colocarse por no poder competir.
Los principales productos que exportamos a Brasil son: vehículos que de hecho han tenido un auge este año y es lo primero que se puede resentir. Seguido de lácteos y malta.
El otro efecto en las exportaciones, es que Brasil es un competidor en varios rubros de Uruguay al momento de vender sus productos a otros países. Por ejemplo, en la carne, en lácteos, en celulosa, en la soja, Brasil podría estar en mejores condiciones de precio que Uruguay para entrar a terceros mercados.
Esto es porque al tener un valor de dólar más alto, a sus exportadores le entran más reales por el mismo precio de venta. Es decir que podrían vender a un precio menor sin sacrificar ganancias.
Si la semana pasada hablábamos de los desafíos que iba a tener el ministro de Economía, Gabriel Oddone a partir del 1° de marzo, este tema del “abaratamiento” de Brasil sin duda que ha cobrado fuerza.